Fic ´´ EL FIN DEL MUNDO´´ Capítulo N°46, Relato Romántico basado en la persona de Robert Pattinson.

Escritora y Guionista: Ximena Morales.

Director de Fotografía: MIX de STOCK.

Capítulo Relatado por ´´ELLA´´

- ... Perdón, por el incidente del piano...  y perdón por lo que pasó después... - me dice, con culpa.

- Yo no tengo nada que perdonarte Rob.  Si aquí hay alguien que debería pedir perdón... esa soy yo - le contesto.  Él me mira abriendo sus hermosos ojos sorprendido.

- El Sábado estaba borracho y muy dolido. Desde que llegué no has querido hablar conmigo... además cuando le dijiste a Barbara, que NO querías saber nada de estrellas de cine, ni de películas, ni de nada que se relacionara con ese mundo... me dolió demasiado. Yo te venía a buscar, a ti y al niño.  Cuando llegué al hotel y te vi...  lo único que quería era abrazarte y saber como estaba mi hijo...  pero escuché esas palabras que salieron de tu boca.  Mis sentimientos y  las ganas de besarte se congelaron,  tuve que reprimirlos...  ahí mismo delante tuyo - Rob habla en forma suave, con los ojos cerrados.  Yo lo escucho en silencio... su hermosa voz, se mezcla con el susurro del viento.

- Después tuve que soportar los halagos que otros hombres te hacían.  Primero estaba el anciano ese, Domenico, que aunque es muy simpático y respeto su edad.  Cada vez que te ve, no pierde la oportunidad para abrazarte,  besarte...  y decir que eres hermosa. Aunque él tenga razón, me dan  celos, la forma en que te toca... lo reconozco.

 Luego me lleve la sorpresa de mi vida cuando John el ayudante de cámara te perseguía por todos los rincones del hotel y cada vez que tu pasabas por algún lugar en donde estábamos, el te seguía con la mirada. Pero a John lo entiendo...  debe estar impactado con esa  belleza extraña que posees... y con tu forma de ser. Tan fría pero a la vez tan cálida, se que suena contradictorio, pero es así como te veo...  rodeada de misterio. Muchas veces en mis recuerdos te añoraba de esta forma, etérea, irreal.  Hubo un tiempo en que me auto convencí, de que habías sido  solo un sueño - Rob me sigue mirando, pero ahora acaricia mis labios con sus dedos y sigue hablando. 

- ... Y por último, ni hablar de ese amigo que tienes... Miguel Alfonso.  Desde que llegó quiso dejar en claro que era tu dueño, y también de mi hijo.  Varias veces tuve ganas de partirle la cara, aunque no es mi estilo.

 Si no fuera por Lizzy que me contuvo  y me aconsejo que no le hiciera nada a tu amigo...  te juro que ese Miguel Alfonso , se hubiera ido de este lugar,  con un par de dientes menos.  Tenía que soportar que te abrazara y te llamara muñeca delante de mi, parece que disfrutaba con todo eso. Esa noche cuando bailo contigo y se hacía acompañar a todos lados por Tomás...  si no es por Lizzy, que me obligó a sentarme. Yo, a ese hombre lo mato, ahí en medio de la pista,  en frente de todos. Entonces fue cuando empece a beber, pero a tu amiguito se le ocurrió la brillante idea de hacerme bailar contigo.  Si rechazaba su oferta iba a quedar como un cobarde, porque eso es lo que Miguel Alfonso pretendía, hacerme quedar en ridículo delante de todos.  Así que no le di en el gusto, además me moría de ganas, por saber como te moverías en mis brazos.  Desde que bailaste con Tomás me dejaste impactado, todos en el lugar te miraban, algunos con los ojos desencajados... después seguiste bailando con Lizzy, y se notaba la diferencia de continentes entre mi hermana y tu. La verdad estaba desesperado, quería que te movieras sobre mis caderas en mis brazos... lo deseaba tanto...Y cuando por fin pude tenerte un rato para mi, las sensaciones de acariciarte y hacerte mía fueron insoportables, lo peor era que no podía tenerte, no podía tocarte, ni besarte... me sentía frustrado... 

...  Seguí bebiendo, para ahogar un poco la ansiedad que me estaba quemando el cuerpo... Y bueno después vino todo lo demás.  Cuando te paraste junto a mi en el piano y tocaste mi hombro, sentí tu aroma y tu calor. Cuando cediste y sentí tu pasión...  me volví loco de deseos por tenerte...  En ese momento vi la cicatriz en tu rostro, me di cuenta que estabas marcada por culpa mía...

...  Yo soy el culpable del incidente en Cannes.  Debí ser mas precavido con ustedes.  Todo eso me frenó, me di cuenta que no me estaba comportando como un hombre contigo. Así que me contuve y me fui a mi habitación, pero nunca imaginé que ella estaría esperándome.

 Dijo que tenía algo que hablar conmigo, le pedí que lo dejáramos para la mañana.  Pero ella insistió y cuando abrí la puerta, se colo en mi habitación. Antes que pudiera reaccionar, se quito la ropa y comenzó a besarme... se que fui un estúpido, pero ella estaba ahí, con ese pelo tan parecido al tuyo, por un momento me engañe y creí tenerte a mi lado de nuevo... Y me dejé llevar por la ilusión de poseerte otra vez... Pero ella no eras tu , su beso era frío, vacío... Entonces sentí tu grito, y tú reacción me devolvieron  a la realidad. Tuve que ayudarla, ya que estaba herida por lo fuerte de tus golpes.  Le pedí que se fuera. Estaba intranquilo, me fui a tu habitación, quería explicarte todo.  Golpeé, pero tu no abriste. 

 En la mañana hablé con Barbara, le conté la situación, haber si ella podía hablar contigo.  Pero ella me explico  que estabas intratable, que lo mejor sería esperar. No apareciste en todo el siguiente día por el hotel, las ganas de verte y de saber como estabas me estaban consumiendo.

Al amanecer del día siguiente, te esperé en el comedor, hasta que te vi llegar, pero cuando apareciste, ni siquiera me miraste, te fuiste, trate de seguirte... pero una vez mas Miguel Alfonso se interpuso en mi camino.  Siempre él, primero que yo...  Dispuesto a protegerte, después volviste a desaparecer... estaba desesperado por verte. Cuando fui a ver a Tom, le pregunte por ti, el niño me dijo que no te había visto. Pero me contó un secreto de su mamá... dijo que que todas las mañanas, venías a ver el lago.  Porque este te recordaba... el color de mis ojos... Cuando el niño me contó esto, sentí unos deseos irrefrenables de verte, le dije a Tom que me acompañara a buscarte, pero cuando estábamos llegando, ese Miguel Alfonso... te estaba besando... Una vez mas  sentí como se partía la tierra debajo de mis pies , pensé que te perdería nuevamente, pero ahora no se si podría soportarlo... 

... - Rob mi amor, no puedo creer lo que estoy escuchando, no quiero que sufras... - Pienso.  Entonces pongo mi dedo índice sobre su boca y lo callo, para darle un beso...

- ROB TE AMO -  Le digo en mis pensamientos, mientras lo beso. Con el beso mas  intenso que he dado en mi vida.

... Lo amo demasiado, lo beso y abrazo con tanto deseo y pasión, que podría derretir todo el hielo que flota sobre la superficie del lago. Rob responde a mi beso y acaricia con la punta de su lengua mis labios.

- ´´ROB MI AMOR´´ -  Gime la voz eufórica, que también se apodera de su boca. No se de donde saco fuerzas para apartarme de él y mirarlo a los ojos.

- Perdón...  por no haberte avisado...  lo que pasó en Cannes, y por haber desaparecido con el niño - le digo en un susurro.

- Ahora no quiero hablar de eso - Me dice, mientras me besa despacio, el pelo, la cara,  el cuello y  nuevamente los labios.  Su beso es ahora mas urgente, mas intenso...  me siento encarcelada a su cuerpo...  prisionera de sus labios. El contacto con su boca me marea. Solo soy consiente de su presencia a mi lado.  El estar así, con él,  otra vez entre sus brazos, ha despertado el deseo intenso que siento por su cuerpo...  ya no quiero tan solo su boca... lo quiero a él por completo.  Muerdo su mentón, acaricio con mi lengua su mandíbula perfecta...  para volver a perderme en el torbellino incontrolable de sus labios.

 Rob mete una de sus manos debajo de mi blusa y acaricia la piel de mi espalda...  Pero quiere algo mas, lo siento en la forma posesiva en que se apega a mi cuerpo.  La mano sigue su camino explorando...  ahora esta acariciando mi vientre... sigue subiendo...   llega a mi pecho y acaricia uno de mis senos...  por encima del sujetador. Esto es cada vez mas intenso, siento su mano caliente que acaricia con deseo uno de mis pechos.  Toma el sujetador y lo levanta quedando al descubierto mis senos... Rob los acaricia, una y otra vez.  Con la punta de sus dedos expertos, pellizca y frota mis pezones que están demasiado erectos... Gimo... me retuerzo  de deseo. 

Mientras él hace esto, llevo mi mano a su entrepierna y la acaricio. Está abultada... así que bajo el cierre de su pantalón... muy lento. Introduzco mi mano y encuentro su delicioso sexo, caliente, viril, salvaje, que palpita sobre ella...  lo acaricio...  Rob gime de placer sobre mis labios... lo sigo acariciando, con mas fuerza.  Ahora hay humedad sobre mi tacto.  Miro a Rob a la cara...  él se muerde los labios...  después abre su boca... 

- ¡¡SIGUE!! -  Grita la voz pervertida y lujuriosa... Por un momento tengo conciencia de donde estamos y nerviosa retiro mi mano... Rob gruñe en mi oído, descontrolado.

- ¿Qué pasa? - Me pregunta, con  voz ronca. Ambos respiramos agitados.

- Creo que nos estamos dejando llevar demasiado por nuestros instintos - Le digo despacio.  Él abre los ojos. A la luz de la Luna brillan intensos de deseo.

- Además es tarde, tengo que ver a Tom - le hablo nuevamente, acariciando su mejilla.

- Tienes razón. Además no es el lugar para...  Si seguimos así... vamos a derretir, todo el hielo que flota en el lago - Dice riendo. Yo también me río de sus frases inconclusas. 

- ¿Entonces vamos? - le pregunto despacio.

- Bueno...  si tu quieres... Pero quiero terminar esto...  en otro lugar - Dice con voz deliciosamente ronca. Me toma fuerte por la cintura.  Mientras me apega aún mas a su exquisito cuerpo.  Cierro los ojos y apoyo mi frente en sus labios.  Mi corazón late descontrolado  dentro de mi pecho. Rob quiere continuar con todo esto... pienso.

- Vamos - le digo en forma suave.  Él enciende un cigarrillo e inhala profundo. Continuamos abrazados. Caminamos lento en silencio, cada cierto tiempo siento su boca en mi frente, en mi pelo, aveces para y me besa nuevamente en los labios, no una, sino muchas veces. A cada beso suyo   respondo...  sería una herejía no hacerlo.

 Antes de llegar al hotel, suelto a Rob y me ordeno un poco. Rob  me mira...  se sonríe, entrecierra los ojos. Me dice que soy hermosa, la mujer mas hermosa que jamás haya visto. 

- ´´Rob... yo debería decir eso.  Tú...  si que eres hermoso.  Lo más perfecto que existe...´´ Pienso para mi. Pero solo le sonrío.  Lo beso por última vez antes de entrar al cuarto de nuestro hijo.

Barbara y Lizzy se encuentran tomando un té,  conversando muy entretenidas. Thomás ya se ha dormido. Cuando nos ven llegar juntos, se miran, pero no dicen nada, Barbara me examina por completo, con curiosidad.

- ¿No tienes frío, cariño?, ¿Y tú abrigo? -   Me pregunta inquisitiva.

- Lo dejé en las caballerizas - Le respondo. Entonces  le explico todo lo que sucedió con Luna, cuando estábamos en las caballerizas y esta sentía frío.

- ¡AAHH!...  ya veo.  Pero eso fue hace bastante rato.  Y tú a estas horas tan desabrigada, sin una pizca de frío.  Además tus mejillas están tan encendidas...  y tu ropa un poco desaliñada.  ¿A dónde estuviste, cariño? - sigue preguntando Barbara.  Con una sonrisa burlona, en su cara.  Lizzy inclina su cabeza y trata de contener la risa.

- Y usted Robert...  también ha estado desaparecido. Hubo gente que lo necesitaba, pero no lo pudieron ubicar en ninguna parte - Vuelve a hablar Barbara, con una ceja levantada, mirándonos a ambos con curiosidad. Ella sabe que hemos estado juntos. No contesto nada, Nany sabe demasiado.  En  su interior está feliz.  Para ella, Rob siempre ha sido su favorito.

- Vengo a despedirme de Tom - Les digo a ambas. Lo único que quiero es volver a los brazos de Rob.

- Yo también vine  a despedirme de mi hijo...  Te acompaño... - Dice Rob. Que me mira, entrecerrando los ojos,  mordiéndose los labios.

- Rob, cariño, llevas el cierre abierto. Hermanito... Esa manía tuya, de nunca fijarte en este detalle - Lo reprende Lizzy, riendo. Rob la mira y  pone los ojos en blanco.

... Miro a mi Tom, que duerme como un ángel, es tan hermoso.  Mientras beso a mi hijo, el corazón se me sale del pecho.  Mi estómago tirita de puros nervios... y también de deseo. Rob besa a Thomás en la frente.  Pensar que en unos momentos, esos labios preciosos serán solo míos.

- Buenas noches - dice Rob a su hermana, a la que besa con mucho cariño sobre su pelo  También se despide de Barbara.  Ambas se miran demasiado cómplices. Cuando Rob cierra la puerta del cuarto del niño, se siente la voz de Barbara que le dice a Lizzy: ´´ESTO ESTÁ COMO AGUA PARA CHOCOLATE... CARIÑO´´

... Al llegar al final del pasillo, nos miramos intensamente a los ojos con Rob. Entonces lo tomo de la mano y lo guío en silencio hasta mi habitación... 

C O N T I N U A R Á...



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