ROBhistorias de Amor: UNA BELLA HISTORIA, Capítulo N°30.

Por Mixxx

Henry.

... Oscuridad... de pronto un rayo fugaz de luz... de nuevo la oscuridad, que me hace descender al abismo más profundo... Acá todo está en tinieblas... el peso de mi cuerpo, no me deja salir a la superficie...  De pronto siento a lo lejos,  que alguien dice mi nombre... y en un hermoso idioma español... ¿Hace una plegaria por mi...? ¿Porqué?...

Intento abrir los ojos, para saber quien es. Pero la presión que existe dentro de este agujero profundo me lo impide... Comienzo a agudizar el oído y me doy cuenta que la voz pertenece a una mujer...
¿Una mujer?...  Un rápido rayo de luz cruza mi mente. 

Recuerdo que miraba el rostro de la mujer más hermosa que he conocido en mi vida, cuando la torre de control,  del aeropuerto de Las Islas Caimán, me indica que debo aterrizar el pequeño avión en esa isla, debido a que, se aproxima una gran tormenta, que viene  precedida por vientos huracanados, poco comunes en esta época del año. 

Al parecer esta tormenta ha sido una sorpresa más, del cambio climático. Cuando revisé el itinerario del viaje en Londres, el informe del tiempo, me indicaba que solo se trataba de una leve lluvia. En ese momento nada hacía presagiar, que este cambio repentino del clima, se convertiría en un gran problema.

... Sonrió  al contemplar la imagen que guardo en mi teléfono móvil...  Ese pelo negro azabache que contrasta con el brillo salvaje de sus ojos verdes, hacen que no quiera detener el viaje. Miro los instrumentos, el reloj me indica que aún falta una hora para llegar a Miami. 

... Una hora para volver a estar junto a la mujer que amo... y a mi hijo... Mi pequeño George. Si hubiera sabido antes de su existencia, ya estaría junto a  ellos, y no hubiese sido necesario viajar en medio de esta tormenta.

El viento cada vez es más potente, así que tomo con fuerza los controles del avión, siento por momentos, como la nave se tambalea. 

La lluvia arrecia con más intensidad. Afuera del pequeño avión,  la noche se ha tornado negra... como la boca de un lobo. De vez en cuando, la luminosidad de un rayo, me indican que aún sigo viajando, sobre el gran charco. Sintonizo la radio, para escuchar si existe algún tipo de comunicación con alguna  isla cercana. El tiempo cada minuto empeora más... ahora me arrepiento de no haber aterrizado en las islas, cuando la torre de control lo indicaba.



El radio del avión no indica ningún sonido, solo el chirrido típico que hace la interferencia de las ondas sonoras... 

Estoy entrando en medio de la tormenta...  Me seco el sudor de la frente, cuando pienso que lo peor aún, está por venir. 

Aunque cofío en mi habilidad como piloto, No por nada, me gradué con honores. Sé que si mi padre estuviese vivo, se sentiría orgulloso de mi. Pero él no estuvo ahí,cuando logré la licencia para pilotear aviones. En cambio ese día tan importante estuvo mi querido tío Arthur, en compañía de mi primo Richard... La única familia que he conocido... hasta ahora...

Pero las cosas han cambiado. El saber que tengo un hijo me abre un mundo de posibilidades para poder formar la familia perfecta, con la que tanto he soñado. 

El linaje de los Welleslley, me ha enseñado, que los lazos filiales son lo más importante. Tío Arthur y mi correcto primo Richard, jamás me perdonarían, que un hijo mío, quedara abandonado por el mundo... Desde que emprendí el viaje, me he preguntado porqué su hermosa madre, se demoró  tanto tiempo, en confesar la existencia del pequeño. Debí  saberlo desde un comienzo... Pero no sé, porque extraña razón, desde hace un  tiempo, una serie de nefastos acontecimientos, han envuelto a los habitantes de la mansión Welleslley. Espero que el infarto de tío Arthur, haya sido lo último, y que a mi regreso con mi hijo, ya se encuentre más recuperado. También quiero ver la cara que pondrá Richard, cuando le presente a mi mujer... espero que sea de su agrado. Porque conociendo a mi primo, tan apegado a las reglas sociales . De seguro encontrará que la madre de mi hijo, es una mujer atípica.

...  Hermosa, exuberante, extrovertida, exótica, conversadora, encantadora... Demasiado latina. Así es como la puedo definir. Además son estas cualidades las que me prendaron de ella, desde la primera vez que la vi... Pero veamos que dirá Richard, cuando la vea. Estoy seguro que hará comparaciones con nuestras amigas. Todas ellas provenientes de distinguidas familias con mucha clase y elegancia. 

Lo que más me gusta de esta mujer, es que me ha enseñado a mirar la vida en forma distinta. Con ella he aprendido que el amor existe, y que cuando se encuentra es para siempre. Quiero dormir con la madre de mi hijo todas las noches y despertar junto a ella, todas las mañanas. Ella ha logrado que me sienta feliz y pleno... sin tener la necesidad de buscar... lo que yo creía, era  amor, en distintas mujeres a la vez...

... En estos momentos me siento tan pleno y feliz... que me gustaría que existiera otra mujer como la mía, para mi primo Richard...

... De pronto, una explosión ensordecedora, hace que deje de divagar en medio de mis pensamientos. Para  traerme  de vuelta hasta la cabina del avión. La pequeña nave se tambalea, mientras la luminosidad de unas llamas, me hacen comprender que un rayo ha caído, golpeando el alerón izquierdo incendiando uno de sus motores. Siento como el jet,  comienza a perder altura. Tomo con fuerza los controles... pero,  ya no se puede hacer nada... la nave va cayendo en picada.

... Por primera vez en mucho tiempo, comienzo a sentir miedo...  También por primera vez, soy consiente... que puedo morir...

Cierro los ojos con fuerza, no hay más tiempo que perder. Aprieto el botón de pánico, que me hace salir eyectado del avión.

Siento la lluvia caer sobre mi rostro, mientras subo por los aires. Cuando vuelvo a abrir los ojos, veo como la nave se estrella contra un mar embravecido y cruel.

El paracaídas se abre con dificultad, debido a la lluvia y el viento que arrecian sin piedad. El corazón me late con fuerza... Por instinto siento que el peligro no logra pasar.  

Para mi mala suerte, uno de los soportes del frágil paracaídas se corta, entonces comienzo a caer en picada sobre el agua. 

Por suerte  tiro de la palanca, que logra abrir el pequeño paracídas de emergencia. Vuelvo a subir por los aires. Mientras el agua y el viento huracanado golpean mi cara. No logro ver nada. En estos momentos estoy a ciegas. La luz de un nuevo rayo, me hace divisar las formas rocosas de unas pequeñas islas... Ojalá logre caer sobre alguna de ellas...

Manejo con dificultad la dirección del frágil paracaídas, por culpa de  la intensidad del viento. Un gran grito se arranca de mi garganta, al sentir el golpe seco, seguido de un intenso dolor, cuando mis piernas chocan contra la pared de agua. 
El chaleco salva vidas, hace que me mantenga a flote. Soportando el dolor, que por momentos me paraliza... 

 Braceo con fuerza... me niego a morir... no puedo morir... Me repito una y otra vez. Pero la fuerza de las olas, me lanzan de un lado a otro, como si fuera un frágil muñeco de aserrín, que han tirado al agua. Por momentos me hundo. Cuando trato de mover las piernas, el dolor se hace más intenso, paralizando mis músculos...

De nuevo un rayo, vuelve a iluminar la inmensidad de esta larga y horrenda noche. No veo nada a mi alrededor, solo un mar agitado que amenaza con arrastrarme hasta sus profundidades. Mis fuerzas se agotan y el dolor de mis piernas rotas, hacen que por momentos no pueda respirar... mientras me hundo en las agitadas aguas del Atlántico, siento que esto es el fin para mi. Con rabia le pregunto al ser supremo de la creación, porqué ha sido tan injusto conmigo. Primero me quita la oportunidad de crecer junto a mis padres... Y ahora me arrebata la posibilidad de conocer a mi hijo... De pronto un nuevo y agudo dolor. La fuerza de las aguas, hacen que mi espalda, se estrelle, contra algo solido. 

No sé, si ha esto lo puedo llamar un milagro, pero uno de mis brazos se enreda entre una mata de gruesos  sargazos. Como puedo me aferro a ellos. Mientras mi cuerpo no soporta más y hace que me desmaye de dolor... Así es como comienza este interminable viaje, divagando por parajes rodeados de oscuridad...

- ... Henry... Henry... mi amor... ¿Puedes escucharme? - Es la mi misma dulce y aterciopelada voz, que escuché hace un rato. Por momentos siento unos sollozos, cuando la dueña de esa voz, aprieta mi mano. Una especie de corriente eléctrica recorre mi cuerpo, al sentir el contacto de su suave y delicada piel.

- ... Henry... no puedes morir. Todavía tienes que conocer a nuestro hijo. - Me dice en tono suplicante la mujer. Yo sigo atrapado en esta celda oscura fría... ¿Nuestro hijo?... ¿La hermosa voz ha nombrado a nuestro hijo?. 

De pronto mi respiración se agita. La corriente eléctrica que emana su cálida piel, hace que mi aprisionado cuerpo, comience a cobrar vida... Por fin puedo empezar a romper las ataduras, que me han tenido prisionero en el fondo oscuro y frío de este abismo.

- ... Henry... te amo... - Vuelve a decir la mujer entre sollozos. De pronto una explosión dentro de mi cabeza. Siento con intensidad, cuando ella posa sus calientes labios sobre los míos.

 Mi cuerpo se libera totalmente de los grilletes... y ahora comienza un rápido ascenso hacia la superficie... La oscuridad comienza a quedar atrás, mientras un claro de luz se filtra a través de mis cerrados ojos. Vuelvo a escuchar a Carolina, que habla nuevamente de nuestro hijo... ¿CAROLINA?... ¿CAROLINA, ESTÁ ACÁ CONMIGO?...

- ¡¡CAROLINA!!- De pronto la oscuridad se desvanece por completo. Mientras repito el nombre de mi amada Carolina en forma débil.

DOS MESES DESPUÉS...

Estoy casi completamente recuperado. Digo casi, porque aún me cuesta caminar. Por suerte la fractura de hombro ya ha sanado. Aunque el médico dice que seguiré sintiendo molestias por un par de meses más. Lo de mis piernas todavía se puede remediar con una serie de ejercicios. Pero eso lo veremos, una vez que hallamos regresado a Londres.

No hallo las horas de regresar a mi hogar. Ya estoy aburrido de estar internado en este hospital. Carolina me ha contado, que estamos en medio de la nada. Pero que tuve la suerte de que me trajeran a este lugar, cuando me encontraron, casi muerto flotando sobre las aguas del mar. Dicen que resistí toda una noche, aferrado solo a unas algas... ha sido un verdadero milagro, que no haya muerto ahogado...

Pero ya no quiero pensar más en eso. Ahora quiero regresar a casa y recuperar a mi hijo. 

Quiero ver como sigue tío Arthur, también necesito abrazar a Richard. Estoy seguro que ellos han de estar muy preocupados por mi.

Carolina me dijo, que antes de viajar acá. Mi primo la llamó, para contarle que había tenido un accidente, y que me encontraba desaparecido. Pero que él estaba haciendo, lo posible... y lo imposible para encontrarme... 

... Como extraño a Richard... El para mi, es el mejor hermano del mundo. Estoy seguro de que ha sufrido mucho con mi desaparición.

Miro la hora, Carolina debe estar por regresar. Ella ha sido mis ojos, mi boca y mis piernas desde que comencé con mi recuperación. Ahora está preparando nuestro viaje de regreso a Londres. En dos días más me dan de alta. Me siento emocionado. Cuento las horas, para volver a abrazar a los que quiero. 
Cuando lleguemos a la mansión, mandaremos a buscar a nuestro hijo. Por suerte se encuentra en buenas manos. En todo este tiempo de ausencia de la madre, George ha quedado al cuidado de su tía Gracia... la hermana de Carolina...

- ¡Todavía estás despierto mi amor!- Me dice Carolina, al entrar a la habitación. Me gusta que me hable en español, la pronunciación que sale de su boca, suena demasiado sensual en mis oídos. Se abalanza sobre mi, y me besa con pasión. Carolina es una verdadera tromba. Su sola presencia llena toda una habitación.

- Te estaba esperando... Sabes que me cuesta dormir, cuando no estás a mi lado. - Le digo con cara de hombre enamorado. Ella me sonríe, y es como si viera salir el sol cada mañana.

- Tenemos todo listo mi amor. Pasado mañana nos regresamos a Londres. - Me dice Carolina, mientras acomoda mi cama para que me acueste.

- ¿Cómo lo haremos con el niño, Carolina? ¿Tendremos que viajar a Miami?- Le pregunto.

- Eso es algo que tengo que contarte... Pero no quiero preocuparte. Al fin me pude comunicar con mi amiga de Miami. Dice que ella estaba de viaje y por eso, no me contestaba el teléfono.
 Pero que cuando regresó y vio todos mis mensajes,  fue hasta mi casa, para saber del niño y de mi hermana. Entonces la vecina le contó, que hace unos meses, Gracia y el niño se marcharon a Londres. Dice que un hombre demasiado guapo, vestido en un elegante traje negro, se los llevó...  Por la descripción que me dieron, creo que se trata de tú primo Richard... - Termina de relatar Carolina.

- ¿Richard?... Richard y tú hermana están juntos en Londres. - Le contesto sorprendido.

- Así parece mi amor... - Me dice Carolina, mientras tapa mi cuerpo con la sábana. 

... ¡WOOOW!!... Gracia y Richard, solos en la mansión... QUE FASCINANTE COMBINACIÓN... pienso, mientras acomodo la cabeza sobre la almohada para quedarme dormido...

C O N T I N U A R Á...