... El trayecto hasta la mansión fue demasiado corto... ¿Porqué?... me pregunto...
Siempre las cosas buenas duran tan poco. Pienso mientras Richard me toma de la mano para que baje del auto.
Quedamos de pie junto a la puerta, mientras observamos como el chófer se lleva el vehículo para guardarlo. Cuando este desaparece, Richard me rodea por la cintura, y me besa con pasión antes de que entremos a la casa.
- Esperé toda la noche para esto Carolina. - Me dice con voz apasionada y ronca sobre mi boca.
- Si no fuera por Ana Pilar. Creo que no hubiese podido resistir la velada... Sin poder estar contigo... mi amor... - Le contesto mientras acaricio su rostro.
- ... Y si no hubiese sido por Ana Pilar... y su aguardiente... no me sentiría tan mareado... como ahora. - Me vuelve a contestar con una mirada juguetona.
- ¿Estás borracho, Richard Welleslley? - Le pregunto sorprendida, además me hace mucha gracia la expresión de su mirada.
- ... MMMM... creo que un poquito- mucho...- Vuelve a decir mientras ríe divertido, gesticulando con las facciones de su rostro.
- Me tapo la cara con las manos. Mientras una tentación de risa un poco nerviosa se apodera de mi.
Richard está sintiendo los efectos que causa el aguardiente de caña. Además recuerdo a mi madre y a mi abuela, que siempre decían. Que cuando bebes un licor fuerte, no debes exponerte al aire, porque eso más acelera el proceso de embriaguez... Y justamente es, lo que le está pasando con él.
- Entremos y te preparo un café. - Le digo en forma comprensiva.
- ... No quiero... me voy a quedar acá contigo... - Me contesta, mientras apoya su cabeza en mi hombro, y en forma juguetona, me muerde el cuello.
- Mi vida, debemos entrar pronto. Si seguimos acá los efectos del aguardiente se irán incrementando. Además necesitas descansar.- Le comento en tono cariñoso. El me sigue mirando con esa cara divertida que me causa mucha risa. Pero trato de contenerme y parecer seria.
- Voy a entrar con una sola condición... necesito descansar. Pero quiero que tú te acuestes un rato conmigo... Dime que si... te prometo que será, hasta que me quede dormido. - Abro muy grande los ojos, cuando me dice esto. Pero su expresión y su forma de hablar, me vuelven a sacar una sonrisa. Además ahora se tambalea un poco sobre mi.
Definitivamente el aguardiente de Ana Pilar Vergara, ha causado estragos, en el siempre elegante y compuesto Richard Welleslley. No puedo negar, que así como está es muy simpático y divertido... y aunque esté borracho, sigue siendo peligrosamente atractivo...
Le pido las llaves para poder abrir la puerta, porque él, lo ha intentado varias veces, y aún no puede dar con el ojo de la cerradura.
Lo abrazo por la cintura, mientras el deja caer uno de sus brazos sobre mis hombros. Así nos vamos caminando hasta la escalera.
Al cruzar el pasillo nos damos cuenta, que hay luz en la biblioteca, y una especie de melodía proviene de ella. Richard me mira y se sonríe. Entonces me toma de la mano, la otra que le queda libre, se la lleva hasta la boca, y me indica que no haga ningún ruido. Yo me sonrío de su expresión porque parece un niño.
Cuando llegamos sigilosamente hasta la puerta, nos llevamos una gran sorpresa. Dentro de esta sala, se encuentran Sofi y Sir Arthur, abrazados, bailando una romántica y hermosa melodía. Pero la letra no la puedo entender muy bien, porque está cantada en francés.
Richard y yo nos miramos. Ambos sonreímos en forma complice.
- Papá como siempre tan romántico... Tú sabías que tiene debilidad por todo lo que sea francés. Recuerdas que te conté que conoció a mi madre allá en París. - Me comenta Richard muy despacio.
-
La melodía es muy bella. Pero no entiendo muy bien que dice. - Le digo con su mismo tono de voz.
Entonces Richard me toma por la cintura, y hace que lleve mis brazos hasta su cuello. Quedando su cara, pegada en mi mejilla. Muy despacio en mi oído, comienza a traducir la letra de la canción para que yo la entienda. Mientras me hace bailar suavemente junto a él. No es un experto bailarín. Pero si un muy buen cantante.
<Erase una vez un hombre como yo, y una chica parecida a ti.
Erase un amor igual a nuestro amor, una historia que no tiene fin.
El ha deseado tanto como yo y pasaba la noche en vela, como un ávido centinela.
Ella no era libre pero le miró, con sus parpados de gacela...
Y los dos comparten la misma ciudad y les pilla el sol mirándose.
Se acarician suave sin saber por qué?
Mientras buscan en su memoria, una mágica escapatoria.
Una bella historia que continuará, cada día más fantástica.
Ellos son nosotros casi, casi igual, una historia de mil páginas.
Ella es casi tú y yo soy casi él. Separados de contrapelo y pegados al mismo cielo.
Ella es como tú y yo soy como él persiguiendo la misma estela, como en una telenovela.
Érase una vez un hombre como yo y una chica parecida a ti. Es la misma historia de nosotros dos, una vida que se nos vuela... >
Cuando Richard terminar de cantar, separa su rostro del mío y me mira directo a los ojos. Nos quedamos en silencio, por unos minutos. Un par de lagrimas corren por mis mejillas. El momento ha sido realmente mágico. Tan hermoso que no lo puedo describir con palabras. Entonces Richard rompe el silencio, con esa voz tan ronca y apasionada, que me mata.
- Crecí escuchando esta canción... es la favorita de papá... Pero ahora será nuestra. La letra habla de nosotros dos... - Me dice Richard, muy despacio. Termina de hablar y me besa en los labios con mucha suavidad. Cuando se separa de mi, me pide que subamos.
Sir Arthur y Sofi, ahora están sentados, se sonríen y siguen conversando, muy entretenidos sobre sus recuerdos. Con mucho respeto y sin hacer ningún ruido, nos vamos caminando hacia la escalera. Richard sigue tarareando la hermosa canción en mi oído.
Al llegar a su habitación, me vuelve a abrazar. Pero esta vez lo hace con mucha fuerza.
- Quiero estar para siempre contigo... Carolina. - Me dice con voz apasionada.
- ... Yo te amo demasiado Richard... y quiero que sepas... que pase, lo que pase... Eres el gran amor de mi vida... - Es todo lo que alcanzo a decir, antes de que calle mi boca, con uno de sus besos...
Como siempre los besos de Richard hacen que pierda la noción de la realidad y del tiempo. Además despiertan mis instintos de mujer... Pero no puedo ceder, ante los requerimientos de él, más ahora que se encuentra un poco borracho. Trato de controlarme, y aunque me cueste, me separo de su cuerpo.
Entonces le digo que se acueste mientras voy a preparar su café. Que si no lo bebe, mañana se sentirá muy mal.
Le ayudo a desprenderse de su elegante chaqueta, también le quito la corbata mientras él se desabrocha los botones de su camisa, dejando al descubierto parte de su atractivo pecho. Lo siento sobre la cama y le quito los zapatos. El se recuesta y me dice que regrese pronto.
Le contesto que vendré en seguida...
Antes de ir a la cocina paso a mi cuarto, me quito las sandalias, a estas alturas los grandes tacones me están matando. También me desprendo del delicado vestido y lo cuelgo con mucho cuidado. Recordando, que ahora es propiedad de la bella Ana Pilar Vergara. Me pongo un fresco camisón, para sentirme más cómoda. Luego me voy hasta el cuarto del niño, para cerciorarme si está dormido.
Ahí esta mi angelito, durmiendo plácidamente. Me sonrío al comprobar que ya no tiene fiebre.
Bajo corriendo las escaleras, y doblo en dirección a la cocina. Desde acá aún se pueden ver las luces encendidas de la biblioteca.
Le preparo un café bien cargado a Richard, y subo hasta su cuarto para que lo beba.
Cuando entro a su habitación lo encuentro apoyado en la terraza, con una copa en una mano y un cigarrillo en la otra.
Entro en cólera y le digo que no puede seguir bebiendo. Este nuevo licor, hará que se le revuelva el estómago. Me mira con una sonrisa burlona. Me dice que sea comprensiva con él... me cuenta que se siente feliz, por el éxito que tuvo el evento, que esta noche la pasó muy bien. Y que esta es su última copa.
Pero yo no cedo, entonces me acerco para entregarle el café.
.
Antes de que llegue hasta él. Richard se bebe todo el contenido de la copa. Entonces lo regaño. Pero él se ríe de mi reacción.
- ¿Te puedes tomar el café? - Mi tono de voz es de enfado.
- ... Solo si tú me lo das en la boca... - Me contesta, con voz y cara de niño mal criado.
Lo tomo de la mano y hago que se siente sobre la cama. Entonces llevo la taza de café hasta sus labios y consigo que beba un par de sorbos. Me dice que ya esta bien y no quiere nada más. Me quita la taza de las manos, para depositarla sobre la mesita de noche.
Después de hacer esto, se queda sentado muy quieto... mirándome fijamente por un rato...
- ... Este camisón te queda mejor que el vestido de Sofi... - Me dice mientras por la cintura me atrae hasta él.
- ... De verdad te gusta... - Le contesto un poco nerviosa. Cuando Richard me mira como ahora y de su boca, sale esa voz ronca y pastosa, la situación se coloca peligrosa.
- ... Pero me gusta mucho más... lo que se insinúa debajo de él... - Me vuelve a decir, en ese tono apasionado que me gusta tanto.
Pero de pronto soy consiente, que quizás el camisón que me he puesto es un tanto transparente...
- Creo que ya es hora de dormir. - Le digo en tono seco. Dando por terminada la conversación y tratando de zafarme de su abrazo...
... Pero Richard no me hace caso... al contrario, con más fuerza me aferra entre sus brazos. Lucho un poco para separarme de él... Por la sonrisa de su cara, me doy cuenta que está disfrutando, de mi rechazo.
- Te dejo ir con una sola condición... - Me dice, tomando mi cuello con fuerza y atrayendo mi rostro hasta él. No puedo negar que la situación, y esta cercanía, hagan que me tiemblen las piernas y comience a sentir cosquillas en mi bajo vientre.
- ¿Cuál? - Le pregunto mientras me pierdo en sus ojos.
- ... Exijo que me des un beso de despedida... - Me contesta con voz ronca... luego en un gesto demasiado sexy... se muerde los labios... mientras sus manos se escurren debajo de la suave tela del camisón para comenzar a acariciar la piel de mi espalda.
Como era de esperar, no me puedo resistir ante sus palabras... menos a sus caricias. Entonces cierro los ojos y lo beso.
... Al comienzo todo empieza como eso... un simple beso de buenas noches o despedida. Nunca pensé, que el sabor del aguardiente de caña sobre su aliento, mezclado con el tabaco y el olor de su perfume... surtiera un efecto tan embriagador sobre mi...
Sin darme cuenta, voy perdiendo la voluntad, ante el efecto narcotizante de su boca...
C O T I N U A R Á
Mix, por fin te vuelvo a leer, debo ponerme al día,estoy atrasada con la historia, ya que me tomé unos días de vacaciones. También voy a ponerme al adía en el blog.Besos!
ResponderEliminarQue rico Liz, no hay nada como las vacaciones en este mes de Enero, ojalá que vengas bastante descansadita, para afrontar el año.
Eliminar... Yo todavía debo esperar hasta Febrero, para tomarme unos días de relajo.
Besos!
DIOSSSSSSS GRACIA APROVECHA QUE ESTA ACHISPADO POR LA BEBIDA YA DEJA DE PENSAR TANTO RECUERDA LO QUE SUFREN LAS PELO.... DEL POBRE RICHARD CON TANTO RECHAZO JAJJAJAJAAAAAAAAA
ResponderEliminarCONTANDO EL TIEMPO QUE ES POCO PARA QUE APAREZCAN HENRY Y CAROLINA!!!!!!
FELIZ SEMANA CHICAS!!!!!!!!!!!
LA BRUJIS VENEZOLANA!!!!!!!!!!!
LA QUE VA A QUEDAR MUUUUY ADOLORIDA SERÁ ELLA... JAJAJAJAAJAA
EliminarSIP, EN ESTOS PRECISOS MOMENTOS ELLOS ESTÁN LLEGANDO...BOOOOOMM!!!!
UN BESOTE GIGANTE BRUJIS VENEZOLANA!!!
Mix que capitulo, sigue subiendo el calor en ese encuentro jajajja, será que al final Gracia se olvida de todo y se deja llevar por lo que siente...... O quedara todo en nada ya que esta llegando Henry con Carolina???
ResponderEliminarPobre Gracia la que le espera..... Tanto si continúa así con Richard jajaja o si justo llega Carolina oopss
Esperando el siguiente capitulo con mucha intriga jajajaja
Besos Mix
KG
MMMMMM... veamos que pasa. Puede que Henry y Carolina, no lleguen directo a la casa, eso significa que tiempo de más para... vt%r//(&vfgvjhJUIk........ JAAAAAAAA!!!
EliminarNos leemos en el próximo capítulo.
Besos para ti también!!