ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´, Capítulo N°35.

Por Mixxx.

Richard.

... Con una mano me tomo la cabeza, mientras con la otra busco mi celular que no para de sonar...

¿Quién puede llamar en forma tan insistente a esta hora?, me pregunto sentándome en la cama. Sin mirar,  busco el móvil  sobre la mesita de noche. Mis movimientos torpes, echan a rodar por el suelo una taza de café, derramando por entero el líquido sobre el piso.

- ... Richard... ¿Eres tú?... - Todo el sueño que siento se espanta de golpe, al reconcer la voz que me habla desde el otro extremo del aparato teléfonico. Me cuesta contestar, también me cuesta ordenar las ideas que se agolpan dentro de mi cabeza... No puedo creer lo que está pasando o quizá tan solo todo se trata de un sueño...

- Richard... contesta... ¿Estás ahí? ... Soy Henry... - Vuelve a insistir esa voz, que tanto había extrañado en estos meses.

- ... ¿Henry?... - Es lo único que puedo decir. Me duele la cabeza, también siento un ligero malestar sobre uno de mis hombros.

- ... SI  RICHARD... SOY YO... TÚ PRIMO HENRY!! - Habla la voz emocionada desde el otro lado del teléfono.

- ¿Cómo es posible? - Le contesto haciendo una pregunta... Que no es tan solo para la voz... también lo es para mi mismo.


- Claro que es posible Richard. Después de tanto tiempo al fin puedo regresar a casa. Tengo tantas cosas que contarte  primo. Pero ahora no puedo hablar demasiado. Estoy internado en el St Mary´s Hospital. He tenido que venir acá, porque necesito hacer unos exámenes a mis piernas.  Los médicos dicen que es solo por razones de seguridad.


- ... Es... está bien... voy enseguida... - Le respondo dubitativo. La llamada se corta y ya no podemos seguir hablando. De pronto todo se cierne nuboso a mi alrededor. Mi respiración se acelera.

... ¿Henry está de vuelta?... me pregunto aún incrédulo. Tengo que avisarle a papá y también a Carolina.

¡CAROLINA!... su solo nombre remueve todo dentro de mi cabeza, mientras mi corazón se paraliza.

 De a poco comienzo a recordar todo lo que pasó con Carolina... la mujer de mi primo...  la noche que acaba de pasar.

La nube a mi alrededor se vuelve más densa. Cuando me pongo la camisa vuelvo a sentir esa molestia sobre mi hombro. Entonces doy vuelta la cabeza para ver de que se trata. Una macha azulina me indica que tengo doloroso  moretón sobre mi piel. Cierro los ojos... y tiemblo al recordar la causa de la lesión.

 Se me eriza la piel al evocar la dificultad,  que tuve para poder entrar... dentro del cuerpo de Carolina... También en mi memoria la veo acallar un doloroso grito, mordiendo con fiereza mi hombro.

¿Esto no puede ser?. Tal vez bebí demasiado... y quizá...  solo sea un mal sueño... Pienso mientras me  tomo la cabeza, viendo mi desconcertado rostro en la imagen del espejo. Busco mis pantalones para terminar de vestirme. Cuando los levanto, una pequeña braga se desprende de entre ellos. La tomo entre  mis manos... es la misma que Carolina se quitó antes de que yo...

Muevo mi cabeza en señal de negación. No comprendo nada de lo que está pasando. La explicación más lógica que tengo, es que el aguardiente de caña más que un licor, es un narcótico. Y todo lo que pasó con Carolina haya sido solo un efecto alucinógeno.

Antes de marcharme a Londres  repaso toda la habitación, de un extremo a otro ... buscando algo... pero no  se que es...

De pronto mis ojos agudizan la mirada, me quedo petrificado observando la pequeña mancha rojiza que se encuentra sobre el cobertor blanco que cubre la cama. Me acerco a ella muy despacio. La analizo con los ojos y con las manos... No cabe ninguna duda... se trata de un rastro de... sangre...

Cierro los ojos, también los puños. No lo puedo creer... Me repito una y otra vez.

Necesito de inmediato hablar con Carolina. Ella debe tener la respuesta a todo esto. De pronto otra llamada telefónica hace que la niebla que me envuelve, se vuelva más densa y más gris.

- ¿Richard Welleslley? - La voz de un hombre que formula mi nombre en forma autoritaria, capta mi atención.

- Si con él. - Le respondo de igual forma.

- Soy Paul Landon el encargado de llevar el expediente,del accidente de su primo para la policía. Hemos recibido una denuncia y necesitamos que usted se presente a declarar.

- ¿Declarar? - Le pregunto al hombre sorprendido.

- Señor Welleslley, no le puedo dar detalles por teléfono. Pero es preciso que usted venga a hablar con nosotros. El asunto es urgente.

- Nos vemos en un par de horas en Londres. - Le contesto al policía,  dando por finalizada la conversación.

¿Qué está pasando?, me pregunto mientras bajo corriendo las escaleras.

Al llegar al último escalón, me encuentro con Carolina... Ella es la última persona a la que deseo ver en estos momentos. Pero  su sola presencia y la sensual expresión de sus labios  hace que me detenga en frente de ella.

La miro fijamente , tratando de buscar alguna explicación en las facciones de su bella cara. Me pierdo en esos ojos verdes... que hoy brillan con un fulgor que nunca antes  había visto. De pronto al igual que una película, toda los momentos de pasión que vivimos, en mi habitación, comienzan a proyectarse  dentro de mi cabeza. Intento preguntar si todo lo que pienso es verdad. Pero no me salen las palabras.

Cuando recuerdo el motivo por el cual tengo que emprender este viaje urgente a Londres. Aprieto con fuerza los labios y también los puños... Ya llegará el momento en que pueda hablar con Carolina, después de todo... ella tiene un par de cosas que explicar... con respecto a lo que pasó anoche.

... La nube gris me sigue envolviendo mientras camino raudo por el pasillo del hospital, hasta la habitación en donde se encuentra Henry.

Por fin ya puedo caminar tranquilo. En la entrada del recinto varios periodistas quisieron hablar conmigo, para que les cuente mis impresiones,  sobre la aparición repentina de mi primo... Si ellos supieran como en verdad me siento...

... Estoy como adormecido...

Camino cada vez más rápido, necesito ver con mis propios ojos si todos los acontecimientos de este día, están pasando en verdad.

Sin tocar entro al cuarto... Henry está ahí, recostado, descansando sobre su cama...

Me abalanzo sobre él y lo abrazo... como cuando eramos  niños. Y muchas veces tuve que defénderlo de alguna golpiza que le habían dado en el colegio... O como cuándo él lloraba por las noches, porque decía que le hubiese gustado haber estado más tiempo con su madre.

... Henry... más que mi primo... mi hermano... No me importa que digan, que llorar no es de hombres... yo lloro sobre el hombro de Henry. Cuantas emociones contenidas en todos estos meses de desesperante angustia se vacían en lo apretado de mi abrazo.

- ¡Te extrañé tanto... carajo... ! - Le digo con los dientes apretados.

- ... Y... yo a ti... Richard... Por un momento pensé, que jamás volvería a verte... Pero volví...

 ¿Dime como está tío Arthur, Sara, la señora Jones... necesito saber de MI HIJO? Estoy enterado que mi pequeño se encuentra viviendo en la mansión. - Mientras llora y sonríe,  Henry habla muy rápido, atropellando las palabras.  De pronto una cristalina voz femenina se hace presente dentro de la habitación.

- NUESTRO HIJO QUERRÁS DECIR... MI VIDA...  HOLA RICHARD... SOY CAROLINA... -  Las palabras de la mujer me golpean con la fuerza de un látigo. Vuelvo muy rápido la mirada hacia la propietaria de la voz que habla con acento latino.

Los rasgos de la mujer se me hacen conocidos. Aquellos ojos verdes, el mismo cabello negro azabache... esos labios rojos y sensuales...

... ¿Qué está pasando?... ¿Carolina?...

... Pero si Carolina se quedó en la mansión... y anoche Carolina y yo... hicimos el amor...

- Mira Richard, te presento a Carolina. La madre de mi hijo... y ahora mi esposa. - Me dice Henry, con una gran sonrisa en su rostro... Mientras la nube cada vez más densa y más gris, me sofoca. Haciendo que pequeñas gotas de sudor empiecen a brotar desde mi frente.  Siento que toda la habitación se me viene encima...

... De ahora en adelante todo lo que pasa a mi alrededor se torna como una película, del que soy  tan solo un mero espectador....

- ¿CAROLINA... ELLA ES CAROLINA...? - Le pregunto a Henry, casi al borde del estado de shock.

- Si Richard, ella es mi Carolina, como te dije antes, la madre de George. Además si no fuese por ella, yo no estaría de vuelta... Pero esa es una historia que te contaré en los próximos días. Lo único que quiero ahora, es volver a casa; ver a tío Arthur... y al fin poder conocer a mi hijo. - Me  comenta Henry demasiado feliz. Yo miro fijamente a la mujer... todavía no lo puedo creer.

Siento a cada momento que la pesadilla que empecé a tener desde la llamada de Henry se incrementa... ¿Pero que sucede que no puedo despertar?. También me pregunto si las pesadillas pueden ser dolorosas. La puntada aguda que atraviesa mi estómago, hace que la pesadilla sea aún mas horrorosa.

- Hola Richard...  Henry habla demasiado de ti. Así que tenía muchas ganas de conocerte.- Me dice la mujer con voz alegre. Mientras se acerca a mi, depositando un beso cariñoso sobre mi mejilla.

 Quiero que me cuentes por favor como se encuentra mi hijo. También quiero saber de mi hermana. Se que fuiste tú, quien los sacó de Miami, para tráelos a Inglaterra. Dime una cosa Richard:
¿GRACIA ya sabe que Henry y yo estamos de vuelta? - Me pregunta la mujer con una gran sonrisa.

¿GRACIA?... ¿HERMANA?...

El vértigo se hace más intenso. Mientras las nauseas hacen que salga corriendo de la habitación. Busco un lugar escondido en el jardín que hay al interior del hospital. Me apoyo sobre el tronco de un árbol. Entonces deposito sobre el suelo lo poco y nada que a esas horas de la mañana tengo dentro del estómago. Respiro profundo un par de veces, también me seco el sudor de la frente...

Siento que lo entiendo todo, y también que no comprendo nada. Tengo que volver  a la habitación de Henry, para pedir disculpas y también para despedirme. Todavía me falta hablar con la policía...

Ahora me duele mucho la cabeza. Siento que no es el momento para volver a tener mis antiguos ataques de migraña... Esos que se acabaron de golpe, cuando... Caro... Gracia... entró como una ráfaga de aire fresco a mi vida.

¿Gracia? ¿Entonces ella no es Carolina, la mujer de mi primo?¿Porqué nunca me dijo que su verdadero nombre era GRACIA ?... GRACIA... GRACIA... GRACIA... Este nuevo nombre, martillea mis sienes, haciendo el dolor de cabeza aún más violento.

 ¿Porqué me mintió?... Si ella sabía que la amaba, y que me atormentaba saber que me había enamorado de la mujer de mi primo.

... Desde un comienzo me mintió... Estuve dispuesto a enfrentar el mundo por ella... Y sin embargo...  ella me mintió...

Idealicé a esta mujer desde que llegó a mi casa. Ahora me entero por terceros, que esa mujer nunca existió. 
... Para mi,  GRACIA, es una perfecta desconocida. Yo estoy enamorado de Carolina...

Con demasiada rabia dejo caer mi mano empuñada sobre el tronco del árbol.

... El dolor de mis sangrantes dedos, no se compara en nada al dolor que siento por la mentira de... GRACIA...

C O N T I N U A R Á...