Por Mix.
... Así como Richard comienza a minimizar sus demonios, yo empiezo a incrementar los míos...
Ahora comprendo con absoluta claridad, sus cambios de humor tan frecuentes y esas dolorosas migrañas, que muchas veces hacen que se encierre en su habitación y se aísle de todo el mundo.
Richard lleva una carga emocional demasiado pesada sobre sus hombros.
Como me gustaría que todo fuera distinto. Presentarme ante él como Gracia... y no como mi hermana Carolina. Quisiera ayudarlo a sanar por completo esas heridas que aún sangran en su alma. Daría cualquier cosa por poder amarlo... como se merece...
... Pero no puedo... Él me ha dicho que la mentira y la traición, no están dentro de sus códigos... Y yo todos los días convivo con mi mentira dentro de su casa.
Richard no ha podido perdonar a Samantha, su novia de toda la vida. Si su indiferencia y desamor son el castigo que él le ha impuesto... ¿Entonces que queda para mi?... Una desconocida que ha entrado en su vida, producto de una gran, pero necesaria mentira en su momento.
Hoy más que nunca, comprendo que si Richard Welleslley, se entera de mi secreto, saldré para siempre de su mundo... sin ni siquiera el derecho a pedir perdón...
Pero a pesar de esta gran verdad, lo sigo amando igual. Quizá mucho más que al comienzo. Cada vez que Richard, ha abierto la puerta de su atormentada alma, para mi... Siento que me uno más a él, y lo único que deseo, es ayudarlo a sanar por completo, tan solo con mi amor. No me importa si él no siente lo mismo. Estoy convencida, que este inmenso amor que tengo guardado dentro de mi corazón, alcanzaría para los dos
... En estos días Richard, ha vuelto a su oficina en Londres. Se marcha muy temprano, pero regresa cada tarde antes de la hora del té.
Vuelve hacer el hombre agradable, de aspecto juvenil que tanto me gusta. Cuando está de regreso, nos saluda a todos. Luego toma una ducha y se cambia de ropa. El elegante y clásico traje negro, ya no es su uniforme diario. Ahora solo unos jeans y una remera blanca, más su pelo desordenado, lo hacen ver relajado y encantador. Se me estruja el corazón cada vez que lo veo...
Está más comunicativo. Pasa mucho tiempo en compañía de su padre. Ya no regaña a Sir Arthur, como en un comienzo. Ahora lo acompaña en los paseos que da el amoroso anciano por el jardín. Conversan, ríen y se abrazan. Se demuestran mucho cariño... y eso me gusta.
Con George es un cielo. En cada caminata que hace con su padre, también incorpora al niño. Muchas veces lo he visto llevar al pequeño sobre sus hombros, para luego jugar con él... como si este fuera su hijo...
Me fascina verlo así... feliz.
Cada vez que lo veo, imagino tantas cosas. A veces pienso como sería, si en verdad Richard y yo fuéramos los padres del niño. Y él regresara a casa por mi...
Pero la realidad es otra. Así que prefiero alejar de un plumazo mis ilusiones y devaneos.
Para esto me encierro en la cocina. En este lugar puedo desahogar todos los sentimientos reprimidos que tengo. Me gusta mucho cocinar, para mi es un excelente pasatiempo. Siempre he pensado que cuando se preparan los alimentos para los seres queridos, una entrega el amor que siente por ellos.
... Y yo amo a esos tres hombres que ahora pasean alegremente por el jardín...
La señora Jones ya está completamente acostumbrada a mi presencia. Hoy nos ayuda Sara, que no es necesaria en el cuidado del pequeño, que se encuentra muy entretenido en los brazos de su apuesto tío.
Le digo a la muchacha que debe tener cuidado y levantar con la cuchara el batido del bizcocho, para que le entre aire. Esto hará que suba y quede esponjoso. Que es así como a Richard le gusta.
También le pregunto a la señora Jones, si está lista la salsa de arándanos, ya que se debe enfriar, para luego adherirla al pastel. Le comento que debe quedar en su punto, porque Richard tiene un paladar exquisito. Ambas mujeres me miran y se sonríen entre ellas.
- Más que la viuda del señor Henry... Usted parece que fuera la esposa del señor Richard. - Me dice la muchacha, que se caracteriza por ser un poco deslenguada. Su comentario me toma ´por sorpresa, me ganan los nervios, y como siempre se me cae que lo que sostengo en mis manos, en esta ocasión la cuchara, con la que estaba probando la salsa de arándanos. Cuando me inclino para recogerla, una mano grande y blanca ya ha llegado a ella, y la toma antes que yo...
... ¡Es Richard!... que ha venido según él, por un vaso de agua. La señora Jones recrimina en voz baja a la muchacha, que se hace la que no ha pasado nada y sigue batiendo la masa del pastel. Yo en cambio me vuelvo un manojo de nervios y como siempre los colores se suben a mi cara. Solo espero que él no haya escuchado el comentario de la impertinente Sara.
- Yo lo atiendo señor Richard. - Le dice la eficiente señora Jones que sale al paso de la situación.
- No se preocupe, yo puedo atenderme solo... es solo un vaso de agua. - Le contesta Richard con su maravillosa sonrisa de medio lado, que ilumina toda la cocina.
- Pero esa es mi obligación. - Le dice la mujer.
- Usted siga las instrucciones que le ha dado Carolina. - Cuando dice esto, le guiña un ojo a la cocinera, que se sonríe ante la expresión coqueta de Richard. Después de este comentario toma una cuchara, y prueba la salsa. Entonces me mira con una expresión tan cálida, que nunca le había visto.
- ... Está exquisita... - Me dice, con esa voz pastosa que tanto me gusta. Toma su vaso de agua y se marcha.
Yo me quedo paralizada en medio de la cocina, con el corazón latiendo a mil.
La señora Jones y Sara, se miran y vuelven a comentar algo indescifrable entre ellas, luego sueltan una risa, llena de malicia. Yo vuelvo a mis labores, en silencio... Al parecer lo que siento por este hombre ya no lo puedo contener y se está notando a simple vista... pero que le vamos hacer... si lo amo, más que a nada en el mundo...
La hora del té es perfecta. El pastel bañado en salsa de arándanos es la estrella. Sir Arthur se ha repetido varias veces y me dice que está delicioso, que cada día cocino mejor. Richard ha concordado con su padre. Mientras degusta un gran trozo de pastel, está pendiente de las reacciones del niño. Se ríe a carcajadas al ver como George mancha su ropa, con la salsa de arándanos, ya que insiste en comer el solo. Yo trato de enseñarle a como usar un cubierto. Ya que no sería bien visto que un Welleslley, careciera de buenos modales.
Pero es imposible, George insiste en coger la comida con la mano. En esta insistencia mía, el pequeño me ha untado la cara con la salsa de arándanos. Richard y Sir Arthur ríen con alegría, por la forma de actuar del niño.
- No te esfuerces tanto querida. Es un rebelde igual a su padre. Deja que coma como él quiera. - Comenta Sir Arthur en forma amorosa. Mientras con elegancia, sostiene una taza de té.
- La culpa la tienes tú Carolina, y las delicias que preparas en la cocina. - Me dice Richard, mientras se lleva una gran bocanada de pastel a la boca. Lo miro, y me siento tan feliz de verlo así... compartiendo con nosotros. Hoy en especial, está más animado que nunca.
La hora del té se acaba. Mientras Sara retira todo lo que ha quedado en la mesa. Padre he hijo se enfrascan en una interesante conversación. Hablan de como marcha la fundación. Richard le explica que ya ha llegado el primer cargamento a Ukunda. Y que los ´´padres blancos´´, le han escrito una emotiva carta, en donde le agradecen su ayuda. También le cuenta que pronto abrá dos eventos, para seguir recaudando fondos. Un desfile de modas que ha organizado Samantha, en donde mostrará su nueva colección de ropa, y también un partido de polo.
Y que es necesario que participe toda la familia. Cuando dice esto, me vuelve a mirar, de la misma forma que lo hizo en la cocina.
- ¡Oh mi Dios!. Creo que solo asistiré al partido de polo... No voy a uno, desde cuando Henry jugaba... Los desfiles de moda, nunca han sido lo mío. Así que eso lo dejo en tus manos y en las de Carolina. - Dice el anciano muy animado.
- ¿ Estás seguro que no nos quieres acompañar, papá?- Le pregunta Richard.
- Esa es mi decisión hijo. En el polo, he de encontrarme con alguno de mis amigos. Esos eventos de moda, son para gente más joven. Así que ve tranquilo. Además Carolina será una excelente compañía para ti... de eso estoy seguro. - Vuelve a comentar el anciano en tono risueño.
- Como tú quieras. - Le dice Richard.
Yo les pido permiso para retirarme a la cocina. Les digo que para la noche les tengo preparada una sorpresa.
- No te preocupes Carolina por la cena. Hoy, quien te ha de sorprender soy yo. - Me dice Sir Arthur, en su típico inglés ceremonioso. Yo abro los ojos muy grandes y miro sorprendida a Richard. Que también me lanza una mirada donde se refleja la sorpresa.
- Quiero darte un regalo, querida. Desde que llegaste a la casa, has sido una muy buena compañía. Además te esfuerzas cada día, para que las cosas funcionen como corresponde. Has llenado cada rincón de este hogar con tú calidez. Nos sorprendes día a día con tú cocina... Pero lo que más me gusta, es que Richard nos haga compañía... Así que he decidido agasajarte, como señal de mi agradecimiento. - Escucho atentamente a Sir Arthur. Habla de un regalo, pero yo no veo nada que se le asemeje.
Las palabras del anciano, me emocionan, pero también me intrigan.
Richard sonríe, y pone cara de ´´Yo no sé nada..´´.
- A llegado el momento preciso. Pronto tendrás que asistir a dos eventos importantes, en donde te presentarás ante la sociedad inglesa. Así que como la madre del hijo de Henry... En la práctica la señora Welleslley, quiero que luzcas como una princesa. Tengo todo arreglado, para que esta misma noche... Richard y tú... viajen directo a París... La ciudad del amour...
OULALA!!!, como amo esa ciudad. Richard ya te contará porqué...
C O N T I N U A R Á...
Se van juntos a París, esto si promete!!
ResponderEliminarMuy entretenido.
MMMMMM... claro que promete, se van solitos!!
EliminarOULA LA LA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! PARIS PARIS PARIS LA CIUDAD DEL AMORR SIIIIII
ResponderEliminarAY QUIEN FUERA GRACIA PARA IRME CON ESE BOMBOM A PARIS!!!!!!!!!!!!!!!!
FELIZ FIN DE CHICAS !!!!!!!!!!!!!!!!!!!
LA BRUHIS VENEZOLANA
... Yo lo miro brujis... y pienso... quien fuera, quien fuera...
Eliminarbesos!
Me encanta mix, ahora los dos solos en París, veamos si se atreven a avanzar. Quiero saber cual de ellos cederá.
ResponderEliminarFelicidades.
Quién cederá??
EliminarDifícil pregunta Liz...
veamos que pasa...
Wowwww se acerca el amor, la pasión!! Que envidia!! Ya quiero lo leer lo que sucede en Paróis ;) Besos guapa!!
ResponderEliminarTú crees que pase algo en París??? je je je
EliminarParís Paris que pasara, nuestra querida Gracia no esta siendo tan discreta con lo que siente jajajja, quien podría disimular con alguien como Richard. Me encanta Mixx, ya quiero que sea martessss!!!!
ResponderEliminarBesitos
KG
Pobre Gracia, me da un poco de pena. Le tengo un poco de miedo, porque mi chica es latina, demasiado visceral. En una de esas...
EliminarMejor me quedo callada... jajaja
Besitos!! KG.