Robstorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´, Capítulo N°12.

Por Mix.

... La llegada de Peter... fue una sorpresa, y al mismo tiempo una bendición. Estuve a punto  de besar a Richard... que vergüenza. Que hubiese pensado de mi... Se supone soy ´´la viuda´´ de su primo, y esa es la razón por la que estoy aquí. No puedo ni debo volver a caer en la misma tentación... pero Dios mío... ¿Qué hago?...

Peter Foxley,  o  no se dio cuenta de lo que estuvo a punto de suceder o es demasiado educado y reservado. Ya que no hizo ningún comentario de lo que podría haber pasado entre Richard y yo... Ahora veamos si mantendrá su boca cerrada en  frente de su antipática hermana.

La visita del señor Foxley, no fue para nada casual. Al contrario, nos tenía preparada una grata sorpresa.

Se dirigió a mi,y me dijo que  quería ver  a George.  Cuando le traje al niño, nos dijo que lo acompañáramos hasta el ante jardín de la mansión Welleslley. Hasta Sir Arthur fue con nosotros.

Para sorpresa de todos, Peter tiene estacionado un moderno vehículo que es usado para transportar caballos, en el que se puede leer el nombre de su criadero de equinos. Le ordena a uno de sus empleados que abra la puerta trasera. El hombre le obedece, y desciende por la rampa con un hermoso y fino potrillo. El que según dice Peter es un regalo para el niño, ya que cree sería bueno, que George  aprenda a montar a temprana edad, y así se dedique desde pequeño a jugar polo.

Sir Arthur aplaude entusiasmado, y le dice al niño que ha de ser como su papá. Entonces me comenta que Henry era un jugador extraordinario.

- ¿Jugador de polo? - Pregunta Richard, no muy convencido.

- ¿Qué te preocupa hijo? A la edad de tú sobrino, Henry y tú ya tenían  sus propios caballos, yo mismo se los compré al padre de Peter. Tú también te manejabas bastante bien en el polo. Si después te decidiste por los negocios, esa fue tú elección. - Vuelve hablar el anciano.

- Alguien tenía que trabajar papá. - Le contesta Richard... un tanto molesto.

- ... ¿ Y qué piensa la hermosa madre? - Pregunta Peter, dirigiéndose a mi.

- Esto es una sorpresa... La verdad no entiendo nada. Ni siquiera sé en que consiste un partido de polo. - Le digo encogiéndome de hombros.

- ¿Qué?... Acaso Henry nunca te contó, que era uno de los mejores jugadores de Inglaterra. - Me dice Peter un tanto sorprendido. Me quedo en silencio procesando las palabras del hombre.

- ... Creo que Henry... nunca alardeó de sus habilidades señor Foxley... Para ser sincera, hay muchas cosas del  padre de mi hijo... que me he enterado acá... - Le contesto un poco nerviosa, más aún, al ver que Richard, está muy interesado en nuestra conversación. Para salir del paso, me acerco al pequeño caballo con George en mis brazos. El niño se muestra muy interesado en tocar el animal.

Le enseño al niño como lo puede acariciar. Siento las miradas atentas de los hombres sobre nosotros. Solo espero que debido a esto no empiecen a especular.

Peter con una gran sonrisa también se aproxima al caballo y le habla con cariño a George. Se acerca a mi oído y me dice que esta es la excusa que tiene para  volver a almorzar. Debido a los nervios, suelto una risa imprudente ante su comentario. Richard nos mira fijamente... me doy cuenta que sus hermosos ojos se  han oscurecidos.


Con Peter Foxley como invitado, el almuerzo hubiera sido bastante ameno, ya que es  muy alegre y un gran conversador. Pero me intimidó la reacción de Richard...

volvió a ser el mismo hombre arrogante y soberbio que conocí. Cuando terminamos de almorzar, Peter se quedó a tomar un café en el jardín con Sir Arthur,  momento en el cual Richard se disculpó por no acompañarlos,  aduciendo  que tenía trabajo que hacer. Luego tomó su carro y desapareció toda la tarde... cuando se despidió de mi, lo hizo con un frío saludo... me dolió su reacción...

La ausencia de Richard, hizo que el resto de la tarde fuera una tortura para mi. Estuve hasta muy entrada la noche, agudizando el oído, en caso de sentir su carro, señal que significaba que él había regresado... pero ese momento nunca llegó...

... Han pasado cinco días y no he vuelto  a ver a Richard... Por Sir Arthur me enteré que había tenido que viajar a China, ya que el desplome de las acciones ponían en riesgo algunos de sus negocios... Su padre me contó que su ausencia duraría al rededor de quince días. Noticia que fue como una puñalada en mi corazón.

Desde entonces cada mañana me encierro en su oficina, para añorar su recuerdo. Me siento sobre su sillón que huele a su perfume. Acaricio su escritorio, el ordenador y todo lo que él usa cada vez que trabaja en este lugar. Busco con desesperación su esencia, hurgando en cada detalle, que me traiga de regreso su presencia.

... Miro a través de los cristales, del gran ventanal de la oficina Richard como cae la lluvia. Hasta el sol parece haberse marchado junto con él. Hoy me siento más triste que nunca. Llevo varias noches que no he dormido  bien. También he perdido el apetito. Sir Arthur me ha preguntado si me siento bien... Le he contestado que tengo la sensación de haber cogido un resfriado, debido al cambio brusco del tiempo. El amoroso anciano, me ha vuelto a preguntar, si es solo... Le he respondido con un esbozo de sonrisa... que más puedo hacer. Después de eso he vuelto a encerrarme en la oficina de Richard.

He prendido el stereo... tal vez la música me ayude a cambiar un  poco mi ánimo que está en baja. Me quedo parada como una estatua, mirando a través de la ventana, como cae la lluvia en el jardín, mientras el viento azota con fuerza las ramas de los árboles. Así es como se siente mi alma... azotada por ráfagas que me hacen entender que lo que estoy sintiendo por Richard es intenso.

En el equipo de música están pasando la canción  Stay de Rihana, cuyos primeros acordes del piano, hacen que me sienta más angustiada...


Todo el tiempo lo nuestro fue una fiebre,
 Una gripe con orgullosos creyentes.
Puse las manos al aire,
Dije; "Muéstrame algo"
Él dijo, "Si te atreves, acércate más"
 Dando vueltas y vueltas y vueltas, vamos.
 Oh, ahora, dime ahora, dime ahora, dime ahora, ya sabes.
 No estoy segura de como sentirme con respecto a esto.
 Algo en la forma en que te mueves.
 Hace que me sienta como si no pudiese vivir sin ti.
 Esto invade mi ser.
 Quiero que te quedes.
 No es realmente una vida la que vives.
 No es sólo algo que tomas, es dado,
 Dando vueltas y vueltas y vueltas, vamos.
 Oh, ahora, dime ahora, dime ahora, dime ahora, ya sabes.
 No estoy segura de como sentirme con respecto a esto.
 Algo en la forma en que te mueves. Hace que me sienta como si no pudiese vivir sin ti.
 Esto invade mi ser. Quiero que te quedes
 Oh, la razón por la que me aferro. Oh, porque necesito este agujero ausente.
 Gracioso como eres tú el destrozado.
 Pero soy yo la única que necesitaba ser salvada. Porque tú nunca ves la luz. Resulta difícil saber cual de los dos irá a ceder. No estoy segura de como sentirme con respecto a esto.
 Algo en la forma en que te mueves.
 Hace que me sienta como si no pudiese vivir sin ti.
 Esto invade mi cuerpo.
 Quiero que te quedes, quedes.
 Quiero que te quedes, oh...

Escuchando la melodía, me abrazo a mi misma y me pongo a llorar...  Pensé que la música ayudaría a sustraer mi pena... El agujero que se ha instalado en mi pecho, debido a la ausencia de Richard, crece cada día más...

... Lloro desconsolada... los sollozos convulsionan mi cuerpo, mientras repito en mi mente el nombre de mi amado Richard. Tengo ganas de gritar, pero no puedo... Necesito volver a verlo...

... Cierro los ojos y me arrojo en sus brazos, me pierdo en su duro pecho buscando su protección... En eso estoy, entregada a mis sentimientos... Cuando siento que unos fuertes brazos me rodean por la espalda. Me doy medio vuelta, abro mis ojos... y me doy cuenta que mis deseos furiosos se han convertido en realidad.

Por un momento Richard y yo chocamos nuestras miradas. Entonces sin decir nada, levanta su firme mano, y comienza a secar mis lágrimas con sus dedos, también acaricia mi cabello, y con suavidad deposita un mechón atrás de mi oído... Yo solo lo miro, me siento hipnotizada... no soy capaz de nada...

- ... Sabía que esto tendría que pasar algún día... Carolina... - Me habla con su voz melosa, llena de dulzura, como si le hablara a una niña pequeña. Pero no puedo responder a sus palabras.

- La ausencia de Henry te está pasando la cuenta... - De pronto se queda en silencio, y yo me aferro  con fuerza a él, mientras mis sollozos se intensifican. Si pudiera decirle que lloro por él...

Después de un largo rato en silencio, ya más calmada sigo aferrada al cuerpo de Richard, no soy capaz de separarme de él. Su presencia y el calor de su abrazo me calma.

- ... ¿Te sientes mejor? - Me pregunta con  suavidad. Levanto mi cara y lo miro a los ojos. Con un movimiento afirmativo de mi cabeza, le respondo que si.

- No te preocupes Carolina... Todos extrañamos a Henry... - Dice nuevamente. 

Pero no lo puedo evitar... La frustración de no poder confesar lo que realmente siento, hace que sienta más pena, acompañada de rabia... Si tan solo pudiera decirle que lo amo... y que para mi, no existe ningún otro hombre... que no sea él... pero no puedo...

Me aferro con mucha más fuerza a él... lo extraño es que comienzo a sentir, como el cuerpo de Richard tiembla al contacto con el mío...

C O N T I N U A R Á...