Robstorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´ Capítulo N°11.

Por Mix.

Mientras tomo una ducha recuerdo todo lo que fue el día de ayer. Cierro los ojos y solo puedo retener la imagen de Richard.

Su rostro hermoso, esa sonrisa torcida, su andar elegante,  ni hablar de esa voz aterciopelada, que cuando la escucho se me acelera el pulso... y tantos otros detalles que hacen que cada día  me sienta más atraída  por su enigmática  imagen...

Ahora que lo voy conociendo, empiezo a  entender como es su forma de ser. Richard ha nacido dentro de una sociedad conservadora llena de reglas,  que alguna vez fue el centro del  mundo, y que aún hoy se esfuerza por estar en la vanguardia de occidente.

Cuando él se enfrenta a algo desconocido, se escuda tras  su arrogancia. El Richard de ayer fue tan cálido... tan diferente al que estaba acostumbrada  y  me asustaba.

... Después de beber un par de cervezas, y conversar de muchas cosas, decidimos volver a la mansión. Como le dije, yo conduje el carro. Lo hice  con  destreza, y eso me dio mucha alegría.

Richard de  vez en cuando me preguntó si  me dolía la mano accidentada. Yo creo que de tanta felicidad, hasta los malestares se  me olvidaron.

En el camino me contó que hace unos años en la ciudad de Bath se filmó la película ´´La Hoguera de las Vanidades´´, y que tuvo la ocasión de conocer a una de sus actrices favoritas Reese Whiterspoon. Pero como siempre Henry fue quien se llevó toda la atención de la mujer... luego de esto cerró los ojos y se quedó en silencio...

 Por mi parte seguí al mando del carro feliz. Dentro del coche solo éramos Richard, yo y la grata atmósfera que nos envolvió.


Sintonice el radio.  En ella estaban tocando la famosa canción de Coldplay ´´VIVA LA VIDA´´, que es una de mis favoritas, entonces me puse a cantar... Al terminar la música, volví a sentir voz melosa que me roba el corazón.

- Eres increíble Carolina - Me dice como arrastrando las palabras.

- Y esto no es nada... - Le  contesto en tono jovial.

- Ahora entiendo porque Henry se enamoró de ti. - Cuando Richard nombra a su primo nuevamente, se me congela la alegría. Este es un  tema peligroso para mi... Así que  me quedo en silencio hasta que llegamos a la mansión.


Una vez guardado el carro, nos dirigimos hasta la casa. Subimos juntos la escalera sin decir una palabra. Solo al llegar al corredor donde se encuentra mi habitación y la de George.  Richard vuelve a hablar.

- He pasado una tarde maravillosa Carolina... y todos gracias a ti... - Me dice con su voz pastosa.

- Yo también lo pasé muy bien... Richard. - Le contesto en tono suave.

- Gracias por tú alegría... Y entiendo, que no quieras hablar de Henry. Lo de ustedes fue muy intenso. Y hoy me he dado cuenta que te duele la ausencia de mi primo.

Solo te digo que voy hacer lo imposible para tener noticias de él... - Al decir esto, se despide y me da un mecánico beso en la mejilla. Entonces da media vuelta y se va caminado lentamente por el pasillo hasta su habitación. Yo quedo inmóvil como una estatua... y no es por lo que piensa Richard... con respecto a su primo y yo... Es porque el contacto de sus labios calientes en mi cara, me dejan petrificada.

Richard piensa que me duele la desaparición de Henry. Lo que si me preocupa es la desaparición de mi hermana. Y también me preocupa lo que  que pueda pensar él, si se entera que lo estoy engañando... No quiero ni siquiera imaginar cual sería su reacción.

... Además estoy cometiendo un delito... ´´Usurpación de identidad...´´ y eso ante la ley es grave.

Para mi no es adecuado hablar del padre de George. Solo sé que se enamoró de mi hermana. En lo que si concuerdo con Richard, es que lo de ellos fue un amor fulminante. De esos que hoy,  solo se ve en las películas.

Aveces me siento culpable. Debí haber estado más en  contacto con Carolina. Pero ella siempre fue tan independiente, tan dueña de su vida. Desde pequeña hizo lo que quiso. Cuando le conté que iría de voluntaria a África, me contestó que se iría de vacaciones a Londres con unas amigas. Después fue difícil la comunicación entre ambas. Más que nada por los problemas técnicos que teníamos en esa región tan remota, del continente negro.

 Cuando recibí el telegrama, en que me pedía que regresara lo más pronto posible a Miami, no dudé ni un minuto en hacerlo. Carolina me necesitaba...

... Pero estoy aquí... y por momentos no se que  hacer... Más ahora que me he ido involucrando sentimentalmente con el primo del desaparecido Henry.

Richard es la última persona en que pienso antes de dormir, y la primera.que viene a mis pensamientos cuando me despierto. Más de alguna noche la he pasado en vela acariciando su recuerdo...

... Igual que ayer, después de desayunar, me dirijo hasta la oficina. Richard ya se encuentra trabajando. Al ver lo guapo que está se me eriza la piel, y se me detiene el corazón. Me recibe con una grata sonrisa, y me pregunta si he dormido bien. Le contesto que de maravilla (mentira). Entonces me muestra todos los papeles que dan por creada oficialmente la fundación.  Los leo detenidamente. Disimuladamente, lo miro por el rabillo del ojo. Y me doy cuenta que también me observa.

- Esto es maravilloso Richard, no te imaginas la felicidad que van a sentir las personas a las cuales irá destinada la ayuda. - Le comento.

- ¿Y tú estás feliz ?- Me pregunta.

- Claro que estoy feliz. Es una satisfacción muy grande poder colaborar en esta maravillosa idea. Siempre es gratificante ir en ayuda de los que necesitan. - Le contesto.

- Entonces manos a la obra, aún nos queda mucho trabajo por hacer. Me gustaría que te pusieras en contacto con la persona encargada a la cual haremos llegar toda la ayuda. - Me dice en tono autoritario.

- Esto es una orden... - Le contesto en tono de broma.

- Claro que es una orden... y si me desobedeces te despido por ineficiente. - Me contesta de la misma forma en que le he hablado.

- Como usted diga... amo Welleslley... - Al decir esto le hago una reverencia. Acción  que hace reír estrepitosamente a Richard.

... Me encanta verlo así... Si fuera por mi, me gustaría hacerlo feliz todos los días.

Le pido prestada su computadora, necesito buscar una pequeña información sobre los Padres Blancos. Aunque sé a quien debo dirigirme quiero estar segura que no hayan cambiado de destinatario.  Richard me dice que tome asiento para que esté más cómoda, y el hace el ademán de levantarse de la  silla.  Le digo que no se moleste. que solo serán unos minutos.

...  Esto fue un gran error...

Ya que al inclinarme para utilizar el teclado, quede muy cerca del rostro de Richard. Sentir su aroma es una tortura. Además de ser tan guapo, este hombre huele a madera de roble, cítricos y tabaco.

De pronto unas ganas locas de arrojarme entre sus brazos y besárlo con locura se apoderan de mi... muerdo mis labios con fuerza, para contener mis emociones. Las manos me tiemblan sobre las teclas de la computadora, esto hace que demore mucho más la búsqueda de la información que necesito bajar.

- ¿Tienes algún problema? - Me pregunta Richard. Cuando doy vuelta la cara, nuestros rostros quedan separados por unos centímetros de distancia... incluso puedo sentir su respiración sobre mi cara... Me ahogo en el azul profundo de sus ojos, mientras el posa su mirada sobre mi boca. He mordido tan fuerte mi labio inferior, que lo siento hinchado, entonces lo humedezco con mi lengua.

... Todo gira a mi alrededor ...  Me siento como un planeta que ha ,  perdido su centro de gravedad, y que está a pocos minutos a punto de colisionar contra su Sol, explotando en millones de incandescentes pedazos ...

- ¡Carolina... Richard... que bueno que los encuentro acá!- Son las palabras de Peter Foxley, que ha evitado una inminente colisión...

Richard se para en forma brusca de su  asiento, caminado muy rápido para saludar a la visita. Yo me afirmo en la orilla del escritorio, respirando profundamente, para poder tranquilizarme...


C O N T I N U A R Á...