ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´, Capítulo N°39.

Por Mixxx.

Richard.

... El único recuerdo tangible de Gracia sobre mi cuerpo ha desaparecido.  Mi hombro ha sanado por completo... Pero lo que no sana es el dolor que siento dentro del pecho... Pienso, mientras miro mi figura reflejada en el  espejo.

Lo que veo en él no me gusta. Las grandes  ojeras azules reflejan el cansancio del último tiempo. Además mi rostro cada vez está más pálido y delgado. Es por eso que he decidido no afeitarme, para disimular un poco mi delgadez.  Sofí me ha regañado muchas veces por mi nuevo aspecto, dice que a ella no le gusta, aunque dice que este cambio, no me afecta, porque soy demasiado guapo. Yo me río ante las palabras de mi cariñosa madrina. Por suerte ella, ha decidido pasar junto a nosotros un tiempo bastante largo. A cancelado algunos de sus compromisos en París, para quedarse a mi lado. Dice que no regresará a Francia, hasta tener noticias de la mujer que amo. 

También su presencia ha servido para entretener a papá, que dice extrañar demasiado la figura de mi hermosa Gracia.

Mi padre y mi madrina se han hecho muy cercanos. Hoy no están en casa, porque se fueron a pasar el día a Londres...

Agradezco que Sofí haya tomado esta decición y me haga compañía. Con ella puedo hablar y desahogar en cierta forma toda la preocupación que tengo.

Siguen pasando los días y de Gracia no se sabe nada. Carolina ha llamado a todos sus contactos en Miami.  Sus amigos, le contestan que lo último que supieron de ella es que se había marchado a vivir a Inglaterra...

Henry a propuesto buscarla en Sudamérica... Quizá haya regresado a Colombia, exactamente a Cartagena, de donde era oriunda su familia. Carolina dice que aún viven en ese lugar un par de tías, que jamás han perdido el contacto con ellas... También ha recordado que una prima muy querida que vive en Venezuela... Puede ser posible que Gracia esté viviendo en la Isla Margarita.


Me siento un poco nervioso, porque según mi primo Henry, deberíamos tener noticias de Gracia, en cualquier momento.

Vuelvo a mirar, sin ver, mi figura en el espejo... en cambio solo logro ver el hermoso rostro de Gracia...

 *¿Dónde estás?... ¿Porqué no quieres volver... si tú familia más cercana  se encuentra acá? Tal vez estás confundida o desconfías de mi... En mis sueños te he visto volver, he sentido tú risa, hasta me he levantado de la cama, cuando me llamas. ... Pero cuando estoy a punto de abrazarte... desapareces...

Siempre me he desenvuelto en un mundo  duro... pero me he dado cuenta , que se ha vuelto más duro sin ti... Gracia... Cierro los ojos para evocar la calidez de su piel y poder perderme en el verdor de sus ojos...*

Aunque para mi raciocinio parezca una locura. Se ha vuelto un ritual, hablar con Gracia cada mañana.

No tengo ganas de desayunar,  solo tomo un poco de jugo de Guayaba... recuerdo que era el favorito de Gracia.

Termino de vestirme para trabajar a mi oficina. Antes de bajar la escalera me encuentro con Sara, que me anuncia la llegada de Samantha Foxley, pongo los ojos en blanco... Samantha es la última persona en el mundo a la que deseo ver.

Al llegar a la sala, me encuentro con Henry y su esposa, que hacen compañía a mi visita. Una disimulada sonrisa se esboza en mi cara. Me da un poco de risa, la forma en que Carolina mira a la engreída Samantha.

- Richard... no pude aguantar las ganas de venir a visitar a Henry, también tenía curiosidad de conocer a su esposa. - Me dice Samntha, quien camina en forma felina hacia mi, para luego depositar un beso en mi mejilla. 

- Es un gusto volver a verte. - Le contesto a la chica con desgano.

- Por la forma en que te besa... me da la impresión que Samantha no aguantaba las ganas de verte Richard. - Nos dice Henry, con ese tono burlón que tanto lo caracteriza. 

- No lo puedo negar. Henry es solo la excusa para venir a esta casa.- Le contesta Samantha a mi primo, devolviendo el mismo  tono burlón que Henry a utilizado.

Por lo visto hemos vuelto a  lo de siempre... Estos dos jamás lograrán ser amigos.

- ¿Dónde has estado Samantha? No aparecías por esta casa desde el evento de la fundación. - Le comento mientras le ofrezco un asiento.  Me quiero deshacer de su apretado abrazo. Además me siento incómodo... La mirada inquisidora de Carolina, me indica que ella sabe muy bien quien es Samantha y el rol que ha jugado en mi vida.

- He estado viajando. Soy una mujer llena de compromisos. - Me responde mi ex, con una sonrisa cautivadora, mientras se cruza de piernas. Quizá en otro tiempo me hubiese halagado este juego... pero ahora lo veo como algo absurdo.

- ¿Compromisos... amorosos?- Le pregunta Henry. Solo de ver la picardía en los ojos de mi primo, me viene una tentación de risa, que logro aguantar con dificultad.

- ... Laborales... querido. Sabes que soy una mujer demasiado exitosa. - Le contesta Samantha, con ese tono de superioridad que tanto la caracteriza. Samantha es una mujer muy fría y sabe manejar la diplomacia a su antojo. Yo se que la pregunta de Henry, no le ha caído nada bien, pero lo disimulará... sobre todo delante de Carolina.

- Pero cuando fue el evento de la fundación, no me comentaste nada. - Le vuelvo a preguntar, llevando la conversación a un terreno más ameno.

- ... Es que al parecer en esos días eran otras tus preocupaciones... Richard. Además  fue un viaje imprevisto... que ni  yo misma, imaginaba que haría.- Me contesta Samantha, aludiendo directamente, que en ese tiempo, solo estaba preocupado por Carolina... bueno, por Gracia...

- ... ¿Y adonde has estado...? Si es,  que se puede saber... - Le vuelvo a preguntar un poco intrigado.

- Ni te lo imaginas. Estuve en Ciudad del Cabo, invitada por unos diseñadores locales, para que viera unas colecciones de ropa étnica, que quieren vender en Inglaterra. - Nos contesta Samantha, desplegando todo su encanto. Se nota que le fascina ser el centro de atención. Ahora se siente muy a gusto hablando de ella misma. 

Que ella haya estado en África o en Tombuctú... la verdad, me da igual... Cuando Samantha dice que ha viajado al continente africano, mis pensamientos vuelan hasta la biblioteca, recordando a Gracia ojeando un libro. Fue ese día cuando me habló de las necesidades que existían en esas tierras y a mi  se me ocurrió dar inicio a la fundación... para tenerla más cerca...

- ¿Qué te sucede Richard? - Es la voz de Carolina, que me hace regresar a la sala con ellos... Por mi  me hubiese quedado recordando todo lo que conversábamos con Gracia, sobre los niños que habitan el continente negro. Me fascinaba la pasión con que ella se expresaba, cuando hablábamos de este tema.

- ... Perdón... es solo que me acordé que debo hacer unas llamadas a unas personas que viven en  África. - Les contesto a todos. Carolina abren muy grande los ojos, ante mi respuesta.

- ¿Tienes algún tipo de negocio de negocio en esas tierras? He sabido que las compañías mineras dedicadas a la extracción de diamantes han repuntado sus acciones en la bolsa. - Me comenta Henry curioso.

Paso mi mano por mi cabello muchas veces antes de comenzar hablar.

- Es algo que no  te hemos contado Henry. Durante tu ausencia... y sin saber si regresarías o no... Cree una fundación con tú nombre. Recuerdas que  de niño siempre quisiste ser una especie de benefactor. Entonces para recordarte decidí llevar a cabo tu idea.

Además tuve bastante ayuda. Peter organizó partidos de polo y Samantha fue la creadora de un exitoso evento benéfico, que se llevó a cabo, justo la noche en que volviste. - 
Un elegante Henry, se ha acomodado en su asiento, escuchando con satisfacción, todo mi  relato. Carolina sigue cada palabra con la boca semi abierta... es la misma expresión de su hermana. Recuerdo que miraba sus labios,  mientras yo hablaba.  En mi mente imaginaba como  sería robarle un beso.

- Que interesante todo lo que me cuentas Richard. Me gustaría saber mucho más. Me podrías decir a quien fue destinada la ayuda. Además si la fundación lleva mi nombre, me encantaría hacer una suculenta donación... en agradecimiento por no haber muerto en el accidente. Y ahora poder disfrutar junto a mi familia. - Me contesta Henry con mucha alegría.

- ... Bueno... La ayuda fue destinada a los ´´Padres Blancos´´. Ellos son una congregación religiosa, que lleva muchos años trabajando en ese continente...

- ¡LOS PADRES BLANCOS!... tú estás hablando de los misioneros que han creado escuelas y hospitales en los lugares más pobres y remotos de África. - Me comenta Carolina muy exaltada.

- ¿Los conoces Amor? - Le pregunta con ternura mi primo a su esposa.

- ¡Claro que los conozco mi vida!... Mi hermana Gracia estuvo trabajando con ellos como maestra...

- ¿MAESTRA? - Les contesto a ambos sorprendido.

Esto es demasiado nuevo para mi. Pero si analizo fríamente la situación, en resumidas cuentas, no se nada de Gracia.

- Eso es cierto. La hermana de Carolina, estaba en África, antes de que yo sufriera el accidente. Mi  esposa me habló mucho de ella, cuando estuvimos juntos en Londres... al parecer conozco a tú chica... más que tú... querido primo. - Me contesta Henry guiñándome un ojo.

- Gracia es una persona muy sensible y bondadosa, Richard. Hace algunos años decidió viajar de voluntaria a África para unirse a un grupo de misioneros que necesitaba jóvenes maestros, que tuvieran la vocación de educar a los niños que habitan esas tierras. 

Mi hermana se sintió muy conmovida por la situación tan penosa en que viven los más pequeños. Ella en su momento, calificó con todos los requisitos que exigían los misioneros. Entonces se marchó, llevando en su maleta  solo sus conocimientos, esa alegría que tanto extraño y su buena voluntad que la caracteriza.  Ella quería  entregar todo esto, a esos seres pequeñitos que necesitan tanta ayuda.

Cuando me avisaste del accidente de Henry, no dude ni un segundo en llamarla. Sabía que ella vendría enseguida a hacerse cargo de mi hijo... Ahora me siento muy culpable... Richard. Me avoqué por completo a la búsqueda de Henry.

 Muchas veces jugando, le describí diferentes rutas, en donde se encuentran algunas pequeñas islas, que ni siquiera salen en los mapas. Estos recorridos se hacen, para llegar en poco tiempo a Miami. Yo se los enseñé, en caso que él decidiera venir a buscarme.

Por instinto y gracias a esos juegos, creo que supe en donde Henry se podía encontrar. Al mismo tiempo confiaba demasiado en Gracia. Sabía que ella cuidaría a George, como si fuera su madre... Entonces me avoque en cuerpo y alma a buscar a tú primo. Olvidando que había dejado a mi hijo y a mi hermana solos en Miami... Pero como te digo, confiaba demasiado en Gracia. Si no hubiese sido por esa confianza, mi búsqueda no hubiera sido exitosa.

Le debo mi felicidad a mi hermana. Pero sufro demasiado, Richard.  Esta felicidad ha sido a costa de la suya propia... - Me conmueve todo lo que ha hablado Carolina. Después de escucharla siento que no puedo perder más tiempo. Necesito encontrarla y reparar todas las faltas que he cometido.

Carolina con lágrimas en los ojos se refugia en el pecho de Henry, mientras este la consuela, besándola suavemente sobre la frente. Me gusta observarlos. Aunque no niego que me dan un poco de envidia. Ellos se aman. La prueba que han pasado ha sido dolorosa. Pero ahora están juntos y  pueden proyectarse como pareja. 

Aunque en un comienzo fue bastante impactante conocer a Carolina. Ahora mi percepción hacia ella, ha ido cambiando, porque  tenerla dentro de esta casa me da esperanzas de que Gracia vuelva.

... A todo esto nos hemos olvidado de Samantha, que se encuentra con el cejo fruncido mirando a través de la ventana... 

No sé si es impresión mía, pero siento a Samantha un tanto extraña. La conozco como a la palma de mi mano.  Es una mujer demasiado fría. Gracia nunca le cayó bien... Pero ni siquiera por educación ha preguntado por ella... 

... Para Samantha... es como si Gracia, nunca hubiera existido...

C O N T I N U A R Á...