ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´. Capítulo N°37.

Por Mixxx.

Richard...

... Desde la salida del St. Mary Hospital, el regreso de Henry hasta la mansión ha sido precedido de un gran despliegue.

Una enfermera y un médico kinesiologo lo acompañan dentro de la ambulancia. Por suerte... su esposa Carolina, no quiso viajar conmigo en el auto, y ha pedido viajar junto a mi primo dentro del mismo vehículo.

La decisión de Carolina, para mi ha sido un alivio...  Creo que no hubiese podido aguantar las casi dos horas de viaje, que separan la ciudad de Londres, a la de Bath, en compañía de la hermana de Gracia.

... No puedo negar que es muy bella, y también muy agradable... pero aún no puedo asimilar, que ella es en realidad la mujer que amo... bueno... la que se supone que amo... o la que amaba...  A estas alturas, ni yo mismo entiendo la maraña de emociones  que siento.

Estuve mucho tiempo imaginando como podría ser el regreso de Henry a casa. Siempre  imaginé que estaríamos Carolina y yo ansiosos y nerviosos  esperando a mi primo. 

Me veía mirándola a ella... tratando de dilucidar las expresiones de su rostro o alguna emoción que se le escapara a sus ojos... Quizá muriéndome de celos, al comprobar que ella aún seguía enamorada del padre de su hijo.

Después... cuando decidimos estar juntos... me la imaginaba mirando a Henry con un dejo de culpa en su rostro.

Ahora me doy cuenta, que ninguna de los escenarios con los que he especulado en estos meses,  han sido posibles. Siento que la realidad es muy dura y me atormenta demasiado.

Antes de llegar a la mansión decido llamar a Sofi. Quiero saber como se encuentran todos en casa ante nuestro inminente regreso.

Mi madrina me cuenta que le ha contado toda la verdad a papá. Así la sorpresa no será tan grande,  para cuando lleguemos a la mansión con Henry.  Sofí  me comenta que mi padre ha tomado la noticia demasiado tranquilo. Ella piensa que quizá él tenía alguna sospecha. También  me advierte que algo no anda bien. Me dice que a estas horas, Gracia aún no aparece... y este motivo tiene muy preocupado a papá...


El corazón me da un vuelco, cuando Sofi me cuenta esto.  Aprieto los labios y arrugo mi frente. 

Mientras más cerca estamos de la mansión, el dolor de cabeza,se ha ido intensificando.

Como era de esperar, la llegada de Henry, trae consigo un gran revuelo. Papá, Sofi, Sara, la señora Jones, el resto de la gente del servicio, salen a recibirnos. Todos miran expectantes, mientras acomodan a mi primo en su silla de ruedas, para luego entrar en él a la casa.

Ya dentro de ella, mi padre muy emocionado lo recibe con los brazos abiertos. Henry con lagrimas en los ojos, le dice que no hallaba las horas de poder abrazarlo, porque lo extrañaba demasiado. Papá nervioso, toca y besa muchas veces la cara y frente de Henry.

Me da la impresión, que mi padre todavía no se convence y quiere cerciorarse con sus manos, de que mi primo este de vuelta  físicamente. Yo más que nadie sé, cuanto sufrió papá cuando este desapareció. Sofi por su parte, también lo abraza en forma demasiado afectuosa. Ella nos ha visto crecer y aunque siempre ha demostrado cierta debilidad por mi, en el fondo ama a mi primo, mucho más de lo que todos imaginan. No es necesario recordar que Henry es el hijo de mi tío Anthony... el gran amor, de mi querida madrina. Hoy más que nunca agradezco, que ella se encuentre aquí,  con nosotros.

Sara, la señora Jones, Andrew el jardinero, James el chófer... todos se abalanzan sobre él y dan gracias al cielo, por tenerlo de vuelta. Henry desde niño ha sido muy querido por todos ellos. Así que ha medida que lo van saludando, él les profiere palabras de afecto y les dice cuanto los quiere.

... De pronto... después de toda la atención y emoción que ha acaparado Henry... llega quizá,  el momento más complicado de su regreso. Mi primo en forma ceremoniosa, decide presentar a todos...  a su esposa... Carolina...

Acá es donde nuevamente, me vuelvo un simple observador de la escena. Es como ver una película en cámara lenta. 

Cuando Henry toma de la mano a Carolina, y les comunica a todos que ella es su esposa y la madre de su hijo. Primero se produce un breve silencio, luego un murmullo de voces se apodera de toda la sala. Sara y la señora Jones, la miran de pies a cabeza con asombro  y comentan algo en secreto. 

Aunque no logro escucharlas, puedo saber a la perfección de que se trata. Ellas deben especular sobre la mujer que ha estado todo este tiempo haciéndose pasar por la madre del niño...

De pronto me doy cuenta que ambas mujeres me miran en forma curiosa. Me siento incómodo con sus miradas. Además no estoy de buen humor. Así que les devuelvo a ambas mujeres una mirada de incomodidad y desagrado, lo que las obliga a bajar la cara.

 En los rostros de todos los presentes se demuestra la incredulidad y la sorpresa. Solo Sofi y papá logran mantener la calma. 

Mi padre como hombre educado y jefe de la familia, le da una cordial recepción a Carolina. Le dice que es muy bienvenida a la mansión, también le agradece todo lo que ha hecho por mi primo Henry... siento una punzada en el corazón, cuando la nombra como la ´´nueva señora Welleslley´´... 

... No sé que cara tengo... pero Sofí corre a mi lado y me abraza por la cintura. De pronto me siento muy débil. La habitación y los rostros de toda la gente que se encuentra en ella... se me vienen encima...

Ya no veo nada, a lo lejos escucho la voz de Carolina, que pide ver con urgencia a su hijo y también a su hermana GRACIA... Entonces todos al unísono se preguntan quien es GRACIA...

... Me molesta la luz que se escurre a través de los cristales de la ventana, cuando Sofi corre la cortina. Siento que la cabeza aún se me parte. Al parecer los fuertes analgésicos no han dado el resultado que se esperaba. Sofí dice que llevo dos días sin poder levantarme, y que ella se siente muy preocupada.

Para colmo de mi mala suerte, las dolorosas migrañas que he sufrido desde niño han vuelto... Y al parecer han regresado con más fuerza que antes... Hace un par de meses pensé que habían desaparecido... cuando ella... llegó a esta casa... Su solo recuerdo hace que cierre los ojos y los puños con la fuerza de la rabia.

 ¿Qué sucede cariño, te sientes muy mal? ¿Quieres que llame al médico? - Me pregunta Sofí muy preocupada, mientras toma una de mis manos. No le contesto nada. Pero con desesperación aprieto con mucha fuerza la mano de Sofí. Ella entiende  de inmediato. Entonces como una amorosa madre se acuesta a mi lado y me abraza.

A pesar de que soy un hombre grande,  lloro sobre el pecho de Sofí,  como cuando era un niño.  Sofí me abraza  y también llora junto conmigo. Dice que jamás ha soportado verme sufrir.

- ... Yo sabía que esto iba a pasar si no te contaba la verdad... - Me dice Sofi, mientras continúa aprentándome con fuerza contra su regazo.

- ¿Qué has sabido de ella... Sofí... ? - Le pregunto ya más calmado.

- ... Absolutamente nada... Richard... - Me contesta Sofí,  con acento afrancesado. Mientras acaricia mi cabello con sus manos. 

- ¿Cómo es posible que no se sepa nada? Ella no pudo desaparecer así... - Le digo a mi amorosa madrina, que me mira con los ojos muy abiertos. Se nota que está muy preocupada por mi. 

Aunque me cuesta un poco, trato de incorporarme sobre la cama. Con ayuda, logro sentarme. El llanto ha sido liberador. También las caricias de Sofí sobre mi cabeza, han funcionado como un bálsamo y  hacen que el dolor haya disminuido un poco. Lo único que me sigue atormentando, es la extraña opresión que siento en el pecho,  desde que supe, que Gracia está desaparecida.

Mientras Sofí va a buscar algo para que pueda comer. Me levanto para ir al baño. Al pasar por la ventana, miro con un poco de dificultad hacia el jardín. Empuño mi mano y la muerdo con fuerza, para no gritar. 

Veo a mi primo y su esposa Carolina, paseando de la mano con el niño. Aunque Henry camina con dificultad, se le ve feliz en compañía de su hijo... el mismo que hace un tiempo pensé en que fuera mío. Desde acá puedo ver claramente el rostro de Carolina. Ella y su hermana son muy parecidas...

... Pero mi Gracia es  especial... Carolina tiene una determinación salvaje en su mirada. En cambio Gracia demostraba esa misma determinación pero acompañada de una paz, que hacía que cuando yo la miraba, se me olvidaran todos los problemas y malos ratos, que podía haber tenido durante el día en el trabajo.

Con Gracia aprendí a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Desde que llegó a esta casa, empecé a regresar más temprano de la oficina. Es más, me instalé a trabajar acá en la casa,  porque necesitaba estar junto a ella. Gracia me daba tranquilidad. Me gustaba verla cantar,  bailar y jugar con el niño. También me gustaba escuchar su risa, cuando conversaba con papá...  De a poco  su presencia se fue convirtiendo en una especie de narcótico... Ahora siento que me ahogo y me desespero, porque mi droga favorita... ha desaparecido...

¿ Qué voy hacer sin ella? Me pregunto, apoyando mi frente sobre los cristales de la ventana. Abajo Carolina y Henry, siguen recorriendo el jardín con el niño. A pesar de la felicidad que deben sentir al estar reunidos como familia. Desde acá veo, como Henry al parecer, consuela a su mujer. Me da la impresión,  que Carolina estuviera  llorando sobre su hombro.

La sensación de ahogo me está matando. Así que salgo hasta el balcón para tomar un poco de aire fresco.

De pronto Henry alza la vista, hasta donde me encuentro. Levanta su mano y me saluda, con la misma picara y burlona sonrisa,que ha tenido desde que era un niño. En cambio su esposa, levanta su cara y me mira con desprecio...

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... Ya más recuperado, me levanto para ir a trabajar. Busco en el armario uno de mis elegantes trajes negros. Es necesario que regrese a la oficina, así que le pido a Victoria que tenga al día  los estados financieros de los últimos tres días, porque los tengo que analizar.

Mientras me visto, reviso en la pantalla del computador las variaciones de la bolsa. Busco como se están moviendo las acciones en Nueva York y en China. También leo el cuerpo de economía y negocios del periódico. Aprovecho de hacer  algunas llamadas, para dar instrucciones a las personas que trabajan conmigo. 

Estos tres días inactivo, no han sido buenos. Debo retomar con urgencia el trabajo. Hoy me siento lleno de energía. Así que decido levantarme temprano para comenzar cuanto antes,este nuevo día.

... Necesito volver a mi antigua rutina... esa que tenía antes de que ella... Muevo mi cabeza a ambos lados en señal de negación, ante lo que se me está cruzando por la cabeza.

... Ella... esa mujer... la misma que me mintió y luego se fue. Esa,  que se río con descaro de mi amor. Esa,  por la que estuve a punto de traicionar a mi primo Henry. Siento que no se merece... que la recuerde. Pienso, mientras me arreglo con perfección el nudo de la corbata.

 Hoy he decidido comenzar de nuevo... De ahora en adelante, no volveré a pensar nunca más en... Gracia... me digo saliendo de mi cuarto, rumbo a la escalera.

Pero mientras mi cerebro repite una y otra vez, que nunca más he de pensar en... ella... Mi corazón y el resto de mi cuerpo, cambian de rumbo y se dirigen directo al cuarto que ocupaba Gracia. Abro la puerta, mientras me introduzco muy despacio en él.

Un doloroso silencio,  se puede sentir dentro de la habitación. Al parecer nadie ha vuelto a entrar a este lugar... desde que ella  se fue. Lo recorro un par de veces con la mirada, como queriendo encontrar alguna respuesta a su comportamiento. Llama mi atención, todas las prendas de vestir, que han quedado dobladas sobre el sofá de cuero. Es toda la ropa que compramos cuando viajamos a París...

... París... ahí comenzó todo... Cierro los ojos al recordar cuando besaba sus labios en los Campos Eliseos...

No me hace bien estar aquí. Me doy media vuelta y me encamino hacia la puerta. De pronto me tropiezo con un periódico que se encuentra sobre el suelo, me agacho para recogerlo. Esta fechado hace tres días atrás... Con sorpresa leo el titular, habla del regreso de Henry. También aparece una foto junto a sus esposa Carolina.

... Entonces ella lo sabía... y huyó porque se dio cuenta de que sería descubierta... 

¿Pero a esas horas de la madrugada, nadie en la casa se había enterado de nada?, ¿Cómo es que este periódico llegó a manos de Gracia?... ¿Será que alguien lo trajo?... ¿Pero quién?... me pregunto muchas veces. 

Pongo seguro a la puerta, guardando la llave dentro del bolsillo de mi pantalón. De ahora en adelante nadie tendrá acceso a esta habitación... Solo yo... Cuando necesite venir a buscar el recuerdo de... GRACIA...

C O N T I N U A R Á...