ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´. Capítulo N° 44.

Por Mixxx.

Richard:

... Aunque es muy temprano decido levantarme. Siempre lo he hecho, y este viaje, no significa que esté de vacaciones.

La verdad, la habitación que me ha designado el padre Blas es mucho más confortable de lo que pensaba... O Tal vez me sentía demasiado cansado por el viaje. Por otro lado me ganó la tensión del momento, al ver como Gracia se desmayaba, quizá producto del calor implacable, del clima de África. Por suerte el hombre que estaba a su lado es médico y la pudo atender inmediatamente.

Al final del día, todo este cúmulo de situaciones se juntó y caí rendido por el sueño.

... Después de ver a Gracia recuperada, y saber que el desmayo,  está relacionado solo a su condición de embarazada me quedé mucho más tranquilo... Pero no puedo negar, que me inquieta demasiado el hecho de que espera un hijo mío, y no cuente con las comodidades necesarias, en este lugar tan apartado del mundo.

... Lo que si me tiene más que tenso, es la actitud de ella al saber que estoy aquí... Siempre creí que Gracia  correría a mis brazos cuando me viera.  Pero no ha sido así.

La impresión que tengo al volver a verla no es buena. La percibo dolida y enojada... Pero creo sentir que la entiendo... Yo no me comporté  bien con ella, cuando estábamos en la mansión... Además la forma en que desapareció también fue culpa mía...Si tan solo, ella hubiese sentido la confianza suficiente para contarme la verdad, ahora estaríamos juntos en Inglaterra...

Pero Henry me lo advirtió. Él dijo que tuviera cuidado  con la reacción y el carácter de Gracia.
Ayer la noté agresiva. Pero también debe ser producto de su nuevo estado. Hoy hablaré con ella, tenemos que aclarar muchas cosas... quizá demasiadas...


El Sol aún no sale, pero la claridad del cielo nos hace presagiar que nuevamente tendremos un día caluroso. Antes de desayunar, decido salir a recorrer las instalaciones de la congregación.

Camino sintiendo bajo mis pies la inconfundible tierra rojiza, tan característica del suelo áfricano. No tan lejos se puede sentir un sin fin de sonidos extraños. Son los animales y los pájaros que comienzan a despertar, para comenzar en forma salvaje un nuevo día.

Al otro lado del polvoriento camino, un grupo de antílopes pastan con la tranquilidad que les da estar cerca de un asentamiento humano y no a merced de los depredadores en plena sabana.

Me sorprendo al ver como un elefante se baña en el río. Entonces me acerco con cuidado. Sin hacer ningún ruido para no molestarlo.

... De pronto... debajo del gigantesco follaje de un milenario Moabad, me encuentro con mi adorada Gracia. Tiene los ojos cerrados de cara al Sol, que se comienza a encumbrar en al azulino cielo africano.

Me la quedo observando escondido,  atrás del tronco. Me hipnotiza con  cada uno de sus delicados movimientos... Gracia respira profundo, mientras una ráfaga de viento juega con su cabello. Está muy concentrada, ejecutando unos gráciles ejercicios de yoga. Nunca la vi hacer nada igual dentro  la mansión Welleslley. Siempre estaba tan al pendiente del pequeño George o de papá ...  que muy pocas veces la vi disfrutar de algún momento para ella... Excepto aquella vez que la sorprendí bañándose, completamente desnuda en el estanque de aguas termales... Se me seca la boca cuando recuerdo ese momento.

Desde acá observo como sus caderas se han ensanchado y sus pechos están más grades.

 Gracia sigue muy concentrada elongando su hermoso cuerpo. Sonrío complacido al contemplar la agilidad que ella logra en cada movimiento.. Además su rostro tiene una luminosidad especial... El embarazo, hace que se vea más hermosa, de como la recordaba.

Sin atreverme a interrumpir su práctica de ejercicios y meditación. Me quedo escondido detrás del árbol por un buen rato... No puedo negar  que siento un extraño placer, al poder espiar a Gracia... Y esto no es nuevo... Esta obsesión la tengo desde la primera vez que la vi, jugando con el pequeño George en Miami.

De pronto unas fuertes pisadas sobre la hierba seca llaman mi atención. Estoy seguro que se trata de la forma de trotar de un hombre... Me pongo en alerta, porque pienso, que Gracia puede estar en peligro. Me recuerdo una vez más, que estamos en medio de África. Además todavía es temprano y Gracia está muy sola, a orillas del río.

- ... No pude llegar antes. Por diferencia de horario, me estaba comunicando con mis padres. Y la larga conversación con ellos, hizo que me atrasara un poco... Te pido disculpas... - Es el médico español que viene llegando, y le habla a Gracia que sigue en la posición del loto, con los ojos cerrados.

- No te preocupes David. Ya he elongado, así que estoy terminando mis ejercicios. - Le contesta Gracia con voz suave y melodiosa.

- ¡Estas terminando!... pero Gracia. Necesito que aprendas nuevas posiciones. Son ejercicios
especiales para la postura de la columna ahora que estás embarazada. - Le vuelve a comentar David, con un dejo de insistencia en la voz. Quiero saber que va a responder Gracia...

- ¿Nuevos ejercicios?... Me estás tentando David... Si no fuera por ti, y tus clases de yoga, creo que ya no estaría aquí. Gracias a ti y a esta nueva disciplina, he aprendido a ver la vida en forma distinta.  Ahora me siento tranquila y feliz... Así que voy a probar de que van, estos nuevos ejercicios. - Le contesta ´´mi mujer´´ a este hombre. 

Las palabras de Gracia me dejan pensativo..

´´SI NO FUERA POR TÍ´´... ´´AHORA ME SIENTO TRANQUILA Y FELIZ´´´. ¿Qué significa esto?. ¿Acaso cuando estuvo en Londres no fue feliz?

... Claro que no fue feliz... Vivía atemorizada pensando en que yo la expulsaría de la mansión, si me contaba su verdad. Me contesto a mi mismo.

Ahora lo que más me duele es :´´SI NO FUERA POR TI´´... Esto significa que  el médicucho ese... se ha convertido en alguien importante para ella...

Sigo mirando a hurtadillas y escuchando con atención todo lo que ellos conversan.

Gracia se pone de pie. Entonces David la coge por la espalada, tomándola muy fuerte por la cintura... Hace que estire sus hombros y brazos hacia adelante...

... No me gusta para nada, la forma en que el hombre pasa su nariz por el pelo de Gracia... Ella sigue con los ojos cerrados y al parecer no se da cuenta...

El médico ayuda a su alumna a elongar por completo su columna. Me molesta esa compenetración que ambos tienen al realizar este tipo de ejercicios.Ojalá no se hallan compenetrado en ninguna actividad más... Aprieto los puños y la boca, al pensar en esto.

... No quiero que David ponga sus manos sobre Gracia...  No me gusta esa forma en que la toca...

Respiro agitado, mientras sigo con los puños y los labios  apretados.

... En completo silencio, permanezco a la espera de que pueda suceder ´´algo más´´...

Una sensación extraña en el pecho. Me da a entender que me enfrento a algo nuevo.

La sensación no es para nada placentera. Es molesta y nubla mi razonamiento. Lo único que pienso es que Gracia es mía, y no puede estar con nadie más...

¿Será que así se sienten los celos? Me pregunto mientras trato de controlarme y no caminar hasta donde se encuentran Gracia y el médico, realizando una serie de nuevos ejercicios.

Ahora David, le pide que vuelva a respirar y exhale con suavidad. Gracia sigue todas sus indicaciones. Ella está muy concentrada. Pero desde acá puedo observar, como el médico la mira.
Esa no es la mirada de un simple amigo o compañero de actividad... Estoy seguro, que este David, ha comenzado a sentir algo muy fuerte por Gracia. Soy hombre y me doy perfecta cuenta, de las intensiones del médico.

... Pero lo que realmente me interesa, es lo que Gracia pueda llegar a sentir por David...

Al parecer han terminado con las clases de yoga.

Ahora Gracia sonríe y le dice que está muy complacida por haber agregado nuevas técnicas a su rutina.

David, le contesta que para él es más que un placer poder compartir todo lo que sabe sobre la disciplina del yoga con ella.

Gracia se aleja del hombre, para sentarse en la orilla del río. Mientras David sigue elongando sus músculos. Yo sigo detrás del árbol, observándolos. En caso de que ellos puedan...

Muevo mi cabeza a ambos lados, como negando, lo que mi mente inquieta se atreve a imaginar.

Ahora David se sienta al lado de Gracia. Desde acá igual alcanzo a escuchar lo que ellos conversan.

- ¿Así que conoces al millonario desde hace tiempo??- Le pregunta el médico a la madre de mi hijo. Agudizo el oído, para escuchar lo que Gracia tiene que contestar.

- ... Si... - Le contesta ella, en tono seco. Mientras corta unas flores,en forma distraída.

- Eso es todo... Solo un frío si... - Le comenta David, riendo.

- ¿Y que más quieres saber?- Pregunta Gracia bastante seria.

- ... Tal vez la forma en que lo conociste. NO todos los días se tiene la oportunidad de conocer a un millonario inglés, con facha de modelo... Y que seguramente ha de ser un Dios en la cama... - Vuelve a comentar el médico. Desde acá me doy cuenta, que ha Gracia no le ha caído bien el comentario... A mi tampoco...

- Ya te dije que mi hermana está casada con su primo... - Le vuelve a contestar Gracia, mientras se para y se sacude la parte trasera de su pantalón.

- ¿... Y...? - Sigue insistiendo el medicucho cotilla de cuarta...

- ... Y...  que más quieres saber David... por Dios!. Conocí a Richard hace un tiempo. Viví un par de meses en su mansión en Inglaterra, mientras mi hermana buscaba a Henry... que se encontraba desaparecido, producto de un accidente. Eso es todo. - Responde Gracia en forma tajante.

- Ya había leído algo del accidente de Henry Welleslley... ¿Pero estás segura, que es solo eso? - 

Vuelve a la carga el médico, con su interrogatorio.

- ¿ Pero que más quieres saber?, te vuelvo a preguntar. Lo único que te voy a contestar es que no voy hablar de Richard Welleslley, ni contigo... ni con nadie... - Vuelve a contestar Gracia, bastante ofuscada. Toda la tranquilidad que ella había logrado por medio de los ejercicios, ahora ha desaparecido.

- Lo sabía... tú desmayo el día de ayer, no fue por el calor, tampoco por tú embarazo... Fue por la impresión de volver a ver Richard. - Le dice el médico, con una sonrisa triunfante en la cara.

- ... Ya te dije David... no te voy a responder nada. Además tengo hambre, así que me voy a desayunar. - Le contesta una Gracia muy enfadada.   Caminando rápido hacia la congregación. David con un par de grandes zancadas la alcanza. Entonces la toma por la cintura y la abraza. Se me revuelve el estómago, cuando veo al médico hacer  esto.

- Perdona  Gracia. No era mi intensión que te molestaras... Es solo que sentí curiosidad. Ayer llorabas, mientras te comentaba lo que había leído de Richard Welleslley... Me dio la impresión que era por él... Y cuando lo viste aparecer, te desmayaste... Entonces pensé que tú y él... - David no alcanza a terminar la frase, porque Gracia se lo impide, con su dedo indice, que lo lleva hasta los labios del médico para que se calle.

Entonces David la vuelva abrazar, mientras Gracia estalla en sollozos. Su llanto y sus palabras me duelen demasiado. No me atrevo a salir de mi escondite y sigo escuchando con atención lo que ellos siguen conversando. David aprovecha toda la situación para acariciar, el cabello y el rostro de Gracia.

- Tranquila... Te pido que me perdones nuevamente. Estás tan susceptible... Sin que me digas nada, puedo entender muchas cosas...

Que te parece que vayamos a donde Sarabi, y le pidamos un gran tazón de chocolate. Creo que beber algo muy dulce te hará bien. - Le dice David a mi mujer.

 El médico la mima,como si se tratara de una niña pequeña. Al parecer a Gracia le gusta la actitud del hombre hacia ella, porque ahora sonríe complacida... Mientras yo me retuerzo de rabia y celos detrás del tronco... Nunca tuve la oportunidad de tratarla así. Nuestra relación desde un comienzo fue demasiado explosiva.

La primera vez que nos vimos, discutimos. Luego nos ignoramos... y después nos amamos, más que nada en forma física... Además siempre hubo peros de por medio.

... Pero... porque ella era la ´´supuesta mujer de mi primo´´. Y para mi, esto significaba que se trataba de un amor prohibido.

... Pero... porque ella tenía miedo a mi reacción al contar su verdad. Y esto también hacía que nuestro amor fuera imposible de realizar.

Al final nunca tuvimos la oportunidad de estar juntos,  como  Gracia y Richard...

Cuando ellos pasan por el lado del añoso árbol, alcanzo a escuchar a David, cuando le dice a Gracia que no la quiere ver más estando sin compañía acá en el río. Porque nunca se sabe que tipo de depredador pueda andar buscando su comida a primeras horas de la mañana... También le advierte que debe tener cuidado con los psícopatas que se esconden tras los troncos de los árboles...

Mientras se alejan, Gracia se ríe a carcajadas del comentario del hombre. Yo me quedo petrificado, ante las palabras del médico... ¿Será que me vio?...

No sé porqué, pero siento que David... me hace sentir como estúpido... y eso no está bien.

Me quedo pensativo, analizando las palabras de Gracia. Por lo visto, no quiere hablar de mi. Aún no analizo si esta reacción suya, puede ser positiva o negativa.

... Si fuera positiva, significa que Gracia es muy reservada y no le gusta que alguien desconocido, se inmiscuya  en su vida íntima. No puedo negar que esta opción me gusta...

... Pero  si fuera negativa, creo que debo entrar a preocuparme. Si Gracia se niega hablar de mi... Es porque no tiene nada bueno que contar...

... Mientras voy de regreso a la congregación, no puedo negar que un poco desmotivado. Me arrepiento de haberle dado al tronco del milenario árbol, con mi mano empuñada. Ahora el dolor es insoportable, mientras mis nudillos sangran.

En el camino me encuentro con el padre Blas. El dice que me anda buscando para desayunar. Me pide que lo siga. Entonces me lleva al comedor, donde Gracia, el médico y demás voluntarios, están tomando desayuno. Me siento incómodo ante la presentación del sacerdote. 

Él les explica quien soy: ´´Richard Wellelley, presidente de la fundación que lleva mi apellido.´´

También les dice a los que son nuevos. Que gracias a mi obra filantropica, la congregación de los padres blancos, está realizando muchos avances en la localidad de Ukunda.

El padre Blas termina diciendo que estoy de visita por algunos días, y que espera que todos los que trabajan acá, hagan mi estadía, satisfactoria.

... A pesar de las halagadoras palabras del sacerdote. Todos los ojos de los concurrentes, me miran con curiosidad. Se que muchos han de pensar que hago acá...

... Yo solo busco un par de hermosos ojos verdes... pero no los puedo encontrar. Ahora se encuentran mirando la inmensidad de la sabana africana, que se puede ver por la ventana.

- Déjeme que revise su mano señor Welleslley. - Me dice el médico, al ver mis sangrantes nudillos, mientras tomo con dificultad la taza de café, que me ha servido una de las muchachas que trabajan en la cocina.

- No es nada... - Le contesto en tono seco.

- Usted no me puede decir que eso no es nada, señor Wellelley. Estamos en África y su mano sangra. No sabe la cantidad de insectos, que pueden ser atraídos por el olor de su sangre. Incluso hay algunos que podrían poner huevos sobre su carne expuesta. Al tiempo después su mano podría llenarse de larvas.

Acá yo soy el médico. Así que lo voy a curar de inmediato. Entonces David, saca de su maletín un paquete de vendas, pinzas y varios utensilios de primeros auxilios. Me pide que me siente en otra mesa que está desocupada, para comenzar con la curación de mis dedos.

Los revisa uno por uno, me dice que los limpiará, pero antes de vendarlos, tendrá que hacer una radiografía. Porque se ha dado cuenta que uno de mis dedos, presenta una luxación...

... También me comenta en voz baja... que no es bueno... andarse dando golpes con los troncos de los árboles...

Cuando dice esto, una sonrisa burlona se instala en su cara... Insisto, el médico de nuevo hace que me sienta como un verdadero imbécil...

C O N T I N U A R Á...