ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´ Capítulo N° 41.

Por Mixxx.

Richard

- ... Es una verdadera lástima que no quieras aceptar este importante nombramiento, Richard... - Me dice Arnold Ackerman, presidente de la banca internacional. Debido  mi rechazo, ante la oferta de convertirme en el nuevo director de asuntos financieros para el mundo, de dicha institución. Un cargo demasiado importante, ya que los destinos económicos de muchos países estarían en mis manos.

- La verdad Arnold, es que en estos momentos no me siento capacitado, para ocupar un tan importante cargo. - Le contesto al hombre, cuya carrera como economista  ha sido un ejemplo para mi.

- Confiaba en que me dirías que si. Fuiste mi mejor alumno en la universidad. Eres uno de los empresarios exitosos más jóvenes que conozco y  he seguido tú carrera con mucho interés. Tienes mucho aplomo Richard, cuando se trata de emprender un negocio. También eres asertivo y metódico. Esta cargo necesita una persona como tú...

...Esperaba cualquier cosa de ti... menos un rechazo.- Me comenta mi ex profesor de economía en la Universidad de Oxford. No lo puedo negar, que es la mejor oferta que he tenido desde que comencé mi carrera en el mundo finaciero. Además me siento orgulloso, por la forma en que Arnold Ackerman una eminencia a nivel mundial, se expresa sobre mi.

Quizá en otro momento, habría aceptado este nuevo cargo con mucho gusto... pero ahora no puedo. Hasta cuando Gracia no aparezca, no tendré cabeza para ninguna otra cosa.

- En todo caso la propuesta sigue en pie. No tengo ningún otro candidato que reúna las condiciones que veo en ti. Así que por el momento dejaré el cargo vacante, hasta que te decidas a aceptar. - Me dice Arnorld, en forma ceremoniosa. Me sonrío agradecido ante su comprensión.

- Me siento muy alagado profesor... pero al mismo tiempo no me siento obligado a tener que aceptar... - Le contesto al hombre en forma sincera.

- Dime una cosa Richard... Yo sé que no tiene nada que ver con el tema... Pero... este rechazo tiene  que ver con algún asunto personal... ¿Quizá una mujer?... - Las palabras de Arnold no me toman por sorpresa. Cuando se trata de negocios, no todo es racional. En algunas ocasiones, la intuición es lo único, en lo que uno se basa, para sacar adelante una inversión o un nuevo proyecto.


 Arnold Ackerman se caracteriza por ser uno de los empresarios mas arriesgados que he conocido. Muchas veces ha tomado decisiones a ciegas,  que ha algunos haría pensar que está loco. Pero al final ha acertado. Y eso lo ha convertido en una leyenda dentro del mundo financiero. Creo que es esa misma intuición, lo que, lo hace darse cuenta que es una mujer la causa, de que no pueda aceptar de inmediato tan importante misión.

- ... Así es Arnold... Una vez más, no te equivocas. Es una mujer la causa de que en estos momentos no me sienta capacitado para ejercer el cargo que me ofreces. -  Entonces a grandes rasgos le comento a mi ex maestro toda la historia que he vivido con Gracia. 

También le explico que para mi, es una necesidad imperiosa poder encontrarla y que no estaré bien hasta poder dar con su paradero.

- Entonces no se hable más del asunto Richard. Como te dije antes, el cargo seguirá vacante hasta que decidas tomarlo. Pero para eso debes haber solucionado tus problemas personales. Eres un hombre muy capacitado. Y es necesario que para ejercer un puesto tan importante, debas tener tu mente despejada. Recuerda que de las decisiones que tomes, dependen los destinos financieros de muchos países. Esto no es un juego... y un solo error sería nefasto  para la economía del mundo.

... Además recuerda que siempre detrás de un gran hombre... Existe una gran mujer... Te deseo lo mejor en la búsqueda de tú chica...  - Me dice Arnorld. No como el presidente de la Banca Internacional... Si no, como un amigo. Me despido en forma afectuosa de él. Prometiendo que en cuanto solucione mi vida sentimental, podré retomar con éxito mi  vida laboral y todos los compromisos  que ella conlleva.

Después de esta reunión tan satisfactoria, me encamino al aeropuerto para tomar el avión que me llevará de vuelta a casa.

Ya arriba de la nave, un extraño malestar estomacal se hace presente. Tal vez el almuerzo que he tenido con Arnold, no  me ha caído bien... Le pido a la azafata que me traiga un  vaso de agua. 

Durante el viaje trato de descansar, pero no puedo. Entonces decido trabajar, revisando la correspondencia  que me han enviado en las últimas horas.

Abro mi correo y lo primero que encuentro es un mail que viene de África cuyo emisor es el reverendo Blas Smith,  director de la escuela y el consultorio médico de Ukunda, la pequeña localidad de la que me habló Gracia, cuando pregunté a que destino podrían ir los fondos recaudados por la fundación.

Cada palabra de agradecimiento del padre Blas, hace que recuerde a Gracia con fuerza. Me salta el corazón de alegría, cada vez que el hombre me da las gracias y me narra todos los avances que han hecho, con  los dineros que hemos enviado... 

También pienso que si Gracia leyera esta carta lloraría de emoción... De pronto un rayo de luz ilumina mi mente... ¿Porqué no.. ? me pregunto...

De todos los lugares que Gracia conoce, el único que no hemos rastreado ha sido Ukunda. Entonces mentalmente cuento y recorro:

Miami... No existe nada que la ate a esa ciudad...

Colombia... Solo un par de primas, en la práctica lejanas. Además volver a ese país,  sería comenzar todo de nuevo.

Venezuela... su parienta en la Isla Margarita, que según he sabido no visita en años, podría haberla acogido. Pero su situación sería la misma que en Colombia. Prácticamete todo desconocido.

... En cambio en África... aunque lejana geográficamente, ella tenía una misión que no concluyó en ese lugar. Por lo que contó Carolina, Gracia era feliz trabajando como maestra. Además fue ella la que hablando con tanta pasión de las necesidades de los niños, me convenció que la congregación de los ´´Padres Blancos´´, necesitaba mucha ayuda. También fue la misma Gracia, la que me dio la dirección para contactarme con el padre Blas.

 Entonces recuerdo la conversación con Arnold y todo lo referente a que la intuición nos puede guiar.

De inmediato envío un correo, en contestación al mail que me ha mandado el padre Blas. En el, le digo que me siento profundamente conmovido, por todo lo que me cuenta. Y que seguiremos trabajando en  conjunto, para seguir ayudando a su maravillosa causa. Al final le pregunto como se encuentra una de  sus maestras, Gracia... . Y le explico que ha sido ella, en su estadía en Londres, la que ha hecho posible, que la ayuda de la Fundación Welleslley llegue a sus manos. Me despido de él en forma cordial, con la secreta esperanza, que su respuesta, me traiga la noticia que tanto he anhelado en estos dos meses en que la mujer que amo,  se encuentra desaparecida...

... No sé si es producto de los nervios, pero unas molestosas nauseas no me dejan tranquilo.

Sigo revisando cada uno de los correos. Más de lo mismo. Estados financieros e informes que me dan a conocer como van funcionando los negocios que tengo alrededor  del mundo.

Más pronto de lo esperado, recibo la respuesta al correo que he enviado.

El padre Blas me dice que ha sido una alegría que yo le  haya escrito  en forma personal y que se siente muy sorprendido al saber que la mejor maestra que ha pasado por la escuela de Ukunda haya sido la causante de tan maravillosa cruzada. También me cuenta que en estos momentos la señorita Gracia se encuentra un poco descompuesta. Pero que no es nada grave, ya que todos han recibido las buenas nuevas con mucha alegría. Dice que su maestra favorita está embarazada...  Y esta noticia lo hace muy feliz, ya que Gracia es muy querida por  todos las personas que la rodean en Ukunda...

... El corazón se me sale del pecho al leer esta noticia...

Entonces le vuelvo a escribir una respuesta. En ella le digo me sentiría muy halagado de poder visitar en forma personal, la nuevas instalaciones que se han construido en Ukunda. También le pido que no le cuente nada a Gracia, ya que quiero que mi visita sea una sorpresa. Entonces me vuelvo a despedir en forma cordial del padre Blas.

El reverendo me contesta de inmediato, diciendo que será un honor recibirme en la congregación y que no me preocupe porque no contará nada a Gracia... pero seguramente ella se sentirá muy feliz de volver a verme.

... Me tomo la cabeza, mientras leo una y otra vez, la parte del correo  en que dice que Gracia está embarazada... No  lo puedo creer. Es lo único que siento, mientras cuento los minutos para llegar a Inglaterra.

Ya en el auto, le pido al chófer que vayamos por la carretera a toda prisa. James me mira un tanto incrédulo ante la orden que le doy. También me pregunta si me siento bien.
A pesar del malestar que siento, le contesto que estoy demasiado feliz... El chófer me vuelve a mirar con cara de no entender nada. 

James, diestro al volante, recorre el trayecto de Londres a Bath, a toda velocidad. Pero a mi entender, el viaje se me hace eterno. También le explico que volveremos a viajar, en lo posible esta misma noche. 

Al llegar a casa encuentro a la familia reunida en el  comedor.

- Cariño, no te esperábamos hasta mañana. - Me dice Sofí, que se abalanza sobre mi para saludarme.

- La encontré. - Le digo a mi madrina al oído, mientras la abrazo. Ella no dice nada, pero me mira con ojos brillantes de alegría.

- Richard ven y siéntate a comer. Ha sucedido algo maravilloso. - Me dice mi padre, desde el puesto principal de la mesa.

- ¿Cómo te fue primo, en tu reunión con Arnold... - Me pregunta Henry, quien se encuentra sentado junto a Carolina.

Mientras tanto Sofí le ordena a Sara que prepare mi puesto en la mesa. Me quito el abrigo y me siento junto a ellos. Necesito contarles cuanto antes la noticia que les traigo.

- Así que al fin te han ofrecido el puesto de director financiero de la Banca Mundial, Richard. - Me dice mi padre en tono complacido. Me sorprendo ante su comentario, porque se supone nadie lo sabía.

- Y tú como te has enterado. - Le pregunto intrigado.

- Era de suponer... eres el mejor en tu área. Siempre supe que algún día te llamarían para algo  importante. Y desde que  falleció el anterior director, se han barajado varios  nombres, entre ellos el tuyo, Richard. - Me dice mi padre. Por el tono de sus palabras me doy cuenta que se siente muy satisfecho.

- Tienes toda la razón papá, me ofrecieron el cargo de director... Pero debo decirles que no acepté... - Todos me miran con cara de sorprendidos.

- ¿ Se puede saber porque has rechazado tan importante oportunidad?. - Me pregunta mi padre en tono serio.

- Porque no tengo cabeza para asuntos financieros papá. - Le contesto en forma tajante.

- Me gusta tú respuesta Richard. Ahora quiero saber de tú boca, porqué no te encuentras capacitado, para ejercer esta gran oportunidad que has rechazado. - Me vuelve a decir mi padre. Por su mirada, entiendo que espera con ansias mi respuesta.

- Porque estoy enamorado de Gracia. Y antes de emprender cualquier nuevo proyecto. Necesito encontrarla... - Cuando todos escuchan mi respuesta, tienen diferentes reacciones. ´

Papá me felicita y dice que al fin he visto la luz. Sofí me mira con cara de madre comprensiva. Mientras Carolina da un grito de alegría, Henry da un gran silbido de aprobación.

- No esperaba menos de ti, Richard. Hablas como todo  un hombre. Y me siento más orgulloso aún de tú persona. No te miento, que en un momento pensé, que te cerrarías al verdadero amor... Y cometerías el mismo error que tu tío Anthony... Entonces veía a la insufrible Samantha Foxley como ama y señora de esta casa. 
Asunto que no hubiera soportado. - Las palabras de mi padre hecen que Sofi, mire para otro lado. Pero papá toma una de sus manos y la besa con suavidad. Henry también se sorprende ante este gesto, pero disimula una sonrisa, tomando  su copa.

- Esta nueva noticia amerita un brindis... ¿Cierto tío? - Son las palabras de mi primo, que vuelve a sonreír al ver que papá ahora tiene entrelazada su mano a la de Sofi.

- ... Sabes una cosa Henry... Después de mucho tiempo, tenemos bastante porque brindar. Primero que todo, has vuelto a esta casa, devolviendo la alegría que te habías llevado con tu desaparición. Has traído a tú esposa Carolina, que ahora nos anuncia la llegada de un nuevo integrante a la familia. También quiero brindar por Richard, que al fin ha encontrado la mujer indicada para él y aunque mi querida Gracia no se encuentre con nosotros esta noche, ella sabe que donde esté, yo la llevo dentro de mi corazón. - Dice mi padre en forma ceremoniosa alzando su copa.

Entonces no me aguanto, antes de que todos choquen sus copas. Les cuento que al fin he encontrado a Gracia en África  y que he sabido que ella está embarazada...

Todos dejan las copas en la mesa y se paran de sus asientos, viniendo hasta mi para abrazarme. El primero que lo  hace es papá, quien me dice que debo ir por Gracia cuanto antes. Sofi está muy emocionada. Carolina con ojos llorosos, dice que ya no me odia... Y Henry hace un festín con mi alegría... 

También les digo que viajaré esta misma noche a buscarla. 

Entonces papá vuelve a tomar la palabra. Lo que dice, nos deja a todos impactados.

- ... Bueno... En vista y considerando que Richard hará un viaje un tanto largo. También aprovechando que estamos todos reunidos. Debo comunicarles algo... La verdad me habría gustado que esta petición que esta noche voy hacer, hubiese sido en forma más privada. Pero siento que esta es la hora y el lugar... - Las palabras ceremoniosas de papá nos dejan a todos un tanto sorprendidos.

De pronto se mete la mano al bolsillo, sacando una elegante cajita de terciopelo azul. Cuando la abre un hermoso anillo de diamantes lanza destellos con la luz. Creo que no me siento preparado para lo que viene. Nunca imagine que vería esto... Pero tratándose de papá... todo puede ser... Ahora recuerdo que Henry y él, poseen el mismo carácter, donde cada acto de ellos, se puede tomar como una especie de locura.

Papá se dirige a Sofi, en forma ceremoniosa.

- Quizá sea una sorpresa para ti, hermosa Sofi Lacroix... También existe la posibilidad de que me puedas rechazar... Pero voy a correr el riesgo y delante de mi familia, quiero pedirte que seas mi esposa... Ya no te puedo dar un amor loco de juventud, tampoco te ofrezco hijos. Pero si te digo que quiero pasar el resto de mis días que me quedan contigo... Y que mis hijos son tus hijos... Total siempre los has querido como si fueran tuyos.

Lo que si te puedo ofrecer, son una cantidad de nietos que se nos viene encima. Porque te  aseguro que en un par de años... Estos dos,  nos llenan la mansión de niños... - Cuando papá termina de hablar, no sabemos si reír ante su comentario. Sofí se encuentra de pie, quizá demasiado perturbada. Siento un poco de miedo, porque barajo la posibilidad de que su respuesta pueda ser un rechazo. El amor que por años ha sentido por tío Anthony, ha sido casi sagrado.

Con lágrimas en los ojos, sin decir una palabra... Sofí estira su delicada mano hacia el anillo que le ofrece papá. Para todos, este gesto suyo,  nos da a entender que se trata de un SI.

C O N T I N U A R Á...