… Los ladrillos rojizos de la imponente mansión de estilo georgiano, brillan con intensidad a la luz del medio día…
¿Qué estará pasando dentro de ella me
vuelvo a preguntar?... ¿Habrá aparecido Henry?... ¿Richard a esta hora, estará
enterado de mi secreto?... Estas y muchas
preguntas más se agolpan dentro de mi cabeza. Me duele el estómago, debido a la
angustia que siento.
James abre la puerta del vehículo,
para que descienda de él… Camino lentamente, hasta la puerta principal. De pie
sobre los escalones de mármol, se encuentra Sir Arthur, elegantemente vestido.
Su mirada es impenetrable así que no la puedo descifrar… Me acerco en forma
cautelosa a él, para saludarlo…
- ¡Querida Carolina, por fin has
vuelto!... George y yo, ya te estábamos echando de menos… - La reacción del
anciano me sorprende. Además abre sus brazos para recibirme.
Me da un cálido abrazo, y deposita un beso
cariñoso sobre mi frente. La actitud de Sir Arthur me hace sonreír, y toda esa
angustia que me estaba matando, desaparece en un segundo. Siento que mi querido
Sir Arthur es mágico. El anciano muy delicado, me
aparta de su abrazo… entonces me mira fijamente a los ojos.
- … MMMM… por el brillo de tus ojos…
siento que te ha gustado mucho París… - Me dice en ese tono suyo tan cariñoso.
- La verdad es que fue un viaje muy
especial… Sir Arthur… - Le contesto evitando su mirada.
_ ¿Te gustó mi regalo? – Me pregunta
el anciano curioso.
- A sido muy generoso conmigo… pero
siento que no lo merezco… - Le digo con tristeza.
- Tú te mereces eso y mucho más
querida. – Son las cariñosas palabras del anciano hacia mi persona. Mientras vamos llegando al interior de la
casa.
Ya dentro de ella, me esperan Sara y
el niño, que estira sus pequeños brazos, gritando mamá, cuando me ve. Corro
hacia él y lo alzo en mis brazos. Le doy muchos besos. Mi pequeño, no se
imagina cuánto lo extrañé. Sara también me saluda cariñosa, me mira con ojos fijos
y penetrantes, como queriendo adivinar algo... pero no me dice nada.
Al parecer todo sigue en completa
normalidad. No hay ningún indicio, sobre la aparición de Henry… Lo que sí, me
llama la atención, es que no veo a Richard por ninguna parte.
- Antes de que te retires a tú cuarto
a descansar… necesito hablar contigo, Carolina. – Me dice al anciano, en tono
paternal.
- Como usted diga. - Le respondo con
una sonrisa. Entonces lo sigo hasta el
escritorio de la biblioteca.
Sir Arthur camina muy erguido sin la
ayuda de su bastón, es casi tan alto como Richard… Richard… ¿Dónde estará? Quizá
su padre pueda darme una respuesta.
- ¿Cómo te sientes querida?- Me pregunta el anciano con una gran sonrisa,
mientras toma asiento. Sus ojos brillan cálidos y en su rostro se refleja la
bondad…
- A qué se debe su pregunta Sir
Arthur. – Le contesto en forma tímida. Si el supiera como realmente me siento…
por culpa mía… y también por culpa de su hijo…
- Lo que pasa cariño, es que estoy
preocupado… Ya debes estar enterada de los últimos acontecimientos. Richard
viajó de urgencia con los hermanos Foxley a un lugar cerca de las islas Azores.
Dicen que han encontrado a un hombre con las mismas características de mi
querido Henry… lo que aún no sabemos, es si está vivo o muerto... A pesar de que
tenemos que estar preparados para todo. La verdad es que estamos muy
esperanzados. Pero quería saber en especial como tú te sientes.
Richard me llamó muy preocupado y me contó
todo lo que pasó en París. – Me dice el anciano muy emocionado.
- ¡Todo!- Le contesto casi en un
grito. demasiado sorprendida.
-… Bueno me explicó que lo había
llamado Samantha Foxley, para decirle que había una pista tangible sobre el
paradero de Henry. También me dijo, que su viaje de regreso fue todo un
imprevisto. Al comienzo pensó en retornar a Inglaterra, pero después tomó la decisión
de viajar de inmediato a las Azores para no perder más tiempo. Entonces llamó a
James para que te recogiera en París.
… Richard está muy preocupado, la verdad es
que me ha llamado un par de veces. Necesita saber si ya has llegado y también como te
encuentras… sobre todo en lo emocional… Me pide que te acompañe y te contenga…-
Me relata Sir Arthur la conversación con su hijo con su típica elegancia y su
perfecto inglés.
- ¿Eso es todo lo que le contó
Richard ?- Le pregunto curiosa.
- ¿Acaso hay algo más… que yo no
sepa? – Me pregunta el anciano. Con una mirada un tanto curiosa.
- … Bueno… cuando usted se refirió a
todo… pensé que su hijo, le había contado con detalles todo lo que sucedió en el viaje. Pero él solo
se refirió a la última parte. – Le contesto esbozando una leve sonrisa.
Me siento muy extraña. Cada vez que recuerdo a
Richard y todo lo que pasó en Paris… sobre todo el desastre de la última noche,
siento punzadas en el estómago. Algunas son de angustia y otras de placer.
Sir Arthur me sigue mirando con
ternura. Quizá él quiere que confiese, que me siento angustiada y esperanzada
por la posible aparición de Henry.
… Mi amor le ha pedido al anciano,
que me contenga y me acompañe… Supongo que ésta también es una orden que le ha
dado el amo Richard Welleslley a su padre…
… Pero es lógico… Como me gritó
Richard en Paris… Soy la mujer de Henry… y tenemos un hijo… Y contra eso… no
hay nada más que hacer…
Que ganas de gritarle en la cara a
este hombre bondadoso. Que no siento nada por Henry. Quizá el único ápice de
emoción que podría tener ante su inminente regreso, es solo por el hecho, de
que junto a su sobrino, podría tener noticias de mi querida hermana.
… Y si… tengo muchas ganas de llorar.
Pero Sir Arthur, jamás se podría llegar a imaginar que el llanto que tengo
atorado en mi garganta, se debe al amor desesperado que siento por su hijo.
¡Richard! ¡Richard!... sigue gritando
mi corazón en cada latido. El anciano observa mi rostro, reflexivo…
- ¿Hay algo más que yo no sepa…
Carolina… ?- Me vuelve a preguntar Sir Arthur.
- Me siento agotada… - Es lo único
que le puedo contestar.
- Entonces vete a tu cuarto a
descansar. – Me contesta el amoroso anciano en tono paternal.
_ Usted sabe cuándo va a regresar
Richard…? - Le pregunto antes de retirarme.
- Eso no lo sabemos Carolina. Pero
tengo la impresión que será en un par de días. Solo te puedo decir, que esta
noche volverá a llamar, para informar de los últimos acontecimientos. Así que
te recomiendo que descanses. Debes estar tranquila y descansada. Como familia
debemos estar unidos, para afrontar todo lo que se nos viene en los próximos
días- Con estas palabras Sir Arthur, se levanta de su asiento. Rodea el
escritorio, y se para junto a mí. Me toma las manos con afecto. Entonces
deposita un beso paternal sobre mi cabeza.
- Te pido que no desesperes… Si todo
sale bien… Henry volverá… - Qué más puedo agregar a estas palabras. Si en la
realidad no tengo nada más que decir.
También aprieto mis manos sobre las
de Sir Arthur, en señal de agradecimiento. Doy media vuelta y con un nudo en la
garganta, me marcho hasta mi cuarto. En dirección a las escaleras, me encuentro
con Sara y el niño. Tomo al pequeño entre mis brazos, y subo con él.
Antes de llegar a mi habitación,
doblo hacia la derecha por el pasillo principal, y me dirijo al cuarto de
Richard… Con los ojos llenos de lágrimas entro en él…
Deposito a George sobre la cama, me siento sobre ella y tomo su
almohada. Entonces la huelo con desesperación… busco su calor y su esencia. Mi búsqueda da frutos ya que todo el
cuarto está impregnado de la presencia de Richard.
... Acaricio sus sabanas… abro el armario y reviso sus camisas. También miro esos trajes oscuros, que sabe lucir
con tanta elegancia. Sobre su mesita de noche, encuentro algunas de sus fotos.
Hay retratos de niño, otras de adolescente… Siempre fue demasiado guapo. Su pelo
rubio y esos ojos azules, lo hacían destacar de entre sus compañeros de
estudio. Me sonrío al comparar los rasgos de George con los Richard. Debo
confesar que mi niño cuando crezca, será muy parecido a su apuesto tío. De
pronto una pregunta se cruza dentro de mi cabeza.
… ¿Si Richard trae de regreso a su
primo… tendré la oportunidad de ver crecer a mi sobrino…?
Que angustia y que incertidumbre
siento. A pesar de todo esto. Estar en el cuarto de Richard, en cierto modo me
tranquiliza. Al estar en este lugar, vuelvo a recordar sus besos y su forma de
acariciar…
Al final si me tengo que marchar… no me iré con los brazos tan vacíos. Por lo menos he tenido la
oportunidad de probar los deliciosos y sensuales labios del hombre que se robó mi corazón…
esos con los que soñé cada noche, desde que llegué a vivir a la mansión.
Con un esbozo de sonrisa, vuelvo a
tomar a George entre mis brazos, para ir a mi habitación. Mi pequeño
mini-Richard se ha quedado dormido. Entonces deposito muchos besos en su tierna
carita de niño… mientras recuerdo las palabras de Sofi, en la casa de
modas. Cuando me confesó, que el hijo de
su querida amiga, había ganado su corazón, por el parecido físico que tenía con
su apuesto tío Anthony Welleslley, el amor de su vida…
Resignada… creo que corro la misma
suerte… y el mismo destino de la elegante y bella Madame Lacroix…
… Una risa de mujer capta mi
atención, mientras estoy cambiando las rosas del fino jarrón, que adorna la
mesa que está junto a la puerta de entrada en la mansión. He estado muy ocupada
estos días, todo ha sido para distraerme y no pensar… sobre todo… para no
pensar en la boca de Richard… y todo lo que esta me provoca…
Hasta ahora, los acontecimientos
continúan de la misma forma, a como estaban antes de mi viaje a París… Bueno…
casi igual…
Todo fue una falsa alarma. El hombre
que se suponía podría ser Henry, no era tal. Según lo que contó Richard a su
padre, se trataba de un explorador galés con las mismas características físicas
de su primo. Se supo que el hombre tuvo un accidente en paracaídas y fue
internado en el pequeño hospital que se encuentra en una de las Azores.
Sir Arthur dice que tengo una gran
entereza y que me admira por mi fortaleza. Lo que él ni siquiera se imagina, es
que estoy más tranquila, debido que a mi gran secreto vuelve a estar muy bien resguardado…
¿Hasta cuándo…?, solo el tiempo lo dirá…
Me asomo a la ventana, para ver quién
es la propietaria de la risa que acabo de escuchar.
Para mi sorpresa, pertenece a la
hermosa Samantha Foxley, que viene feliz conversando del brazo de… Richard…
… Richard… estos días sin verte, me
han parecido una eternidad. Pienso, mientras lo observo subir los escalones de
mármol, hasta la puerta. Demás está decir que mi corazón casi se me sale del
pecho, cuando lo veo llegar.
Algo le dice Samantha al oído, lo que
al parecer a Richard lo hace sonreír…
No alcanzo a retirarme cuando ellos
ya se encuentran dentro de la casa.
- ¡Carolina!... que sorpresa
encontrarte aquí. Lamento tanto querida… que todo haya sido una falsa alarma… y
no poder traer de vuelta a tú amado Henry… - Son las palabras de Samantha al
verme.
En cambio Richard no dice nada. Me lanza una mirada fría, que me hace recordar la primera vez que lo vi en la casa de Miami.
En cambio Richard no dice nada. Me lanza una mirada fría, que me hace recordar la primera vez que lo vi en la casa de Miami.
- ¿Cómo estás Richard? – Le pregunto
educada. Disimulando a más no poder, toda la turbación que me provoca su
presencia.
- Cansado pero bien. – Me responde en
tono distante.
- Estos días han sido extenuantes
para todos. En especial para Richard, que ha hecho lo posible, para tener más
información sobre el padre de tú hijo. Lamentablemente, todo este esfuerzo no
ha dado frutos. Lo siento tanto Carolina. De verdad lo lamento de todo corazón…
- Me vuelve a decir la mujer… yo diría que con una sonrisa burlona en la cara.
Richard pasa muchas veces su mano por su cabello. Se nota que está incómodo.
Aunque su rostro es impenetrable… como
al comienzo. A pesar de esto,es cierto que su cara refleja mucho cansancio. Las bolsas debajo
de sus ojos lo delatan. Sigue parado en medio de la sala… y Samantha sigue
colgada de su brazo…
- Te quedas a almorzar con nosotros.
– Cuando Richard decide abrir la boca es solo para dirigirse a su hermosa compañera.
- Me lo está pidiendo… o lo está
ordenando… Señor Welleslley. – Le contesta la chica coqueta. A lo que Richard
le devuelve una sonrisa.
… No sé si es imaginación mía… pero
veo que entre ellos se ha formado una atmosfera de cierta intimidad… y que a
mi, han dejado fuera.
- Si me lo estás pidiendo, lamento
informarte que no puedo. Le prometí a mi padre que almorzaría con él. Tú sabes
cómo es papá. Cada vez que desaparezco por un par de días, se desespera sin mi
presencia… Ahora si es una orden… tú sabes a la perfección, que no recibo
ordenes de nadie… aunque tratándose de ti, podría hacer una pequeña concesión…
- Me quedo con la boca abierta, ante la respuesta de la mujer. Pero me
sorprende más la reacción de Richard, que acaricia el bello rostro de la chica
con su dedo pulgar. Mientras le regala una sensual sonrisa.
… No puedo seguir contemplando la
escena que tengo delante de mis ojos. Doy vuelta mi rostro y miro… sin mirar a
través de los cristales del gran ventanal que da hacia el jardín.
- Ahora me tengo que ir. Saludas de
mi parte a Sir Arthur. Tengo mucho que hacer Richard. He retrasado los
preparativos para el desfile de modas de la fundación. Como Henry no apareció,
creo que debemos seguir adelante con el evento de caridad… Durante el viaje, me
han surgido nuevas ideas. Te importaría venir a visitarme esta noche… y te las
cuento… - Termina de dirigirse Samantha a Richard, en tono demasiado coqueto y
sensual. Y este parece seguir el juego de la mujer... encantado...
- Nos vemos esta noche… - Le contesta
Richard, con esa voz aterciopelada y ronca que me hace estremecer. Entonces la besa suavemente en la mejilla.
Ella mueve sus largas pestañas, como si fueran las alas de una mariposa.
- Nos vemos Carolina. - Es el saludo
de despedida de Samantha, antes de llegar a la puerta. Es como si de repente
hubiese recordado que yo también me encontraba junto a ellos…
… El suelo se abre bajo mis pies… La
actitud demasiado cariñosa de estos dos me ha mandado al mismo Infierno… De
Samantha lo podría esperar, hasta predecir… Pero de Richard… Si hace un par de
días, me besaba con pasión y hasta con desesperación en París…
- Le puedes decir a la señora Jones
que me sirva algo para comer y lo lleve ella misma, hasta mi cuarto… Carolina… - Son las únicas palabras que salen de esa boca preciosa, para dirigirse a mí.
- Como usted ordene… Señor
Welleslley… - Le contesto en forma dura. Al parecer el tono de mi voz, o mis
palabras no le caen bien. Cuando me mira, sus ojos están vacíos, como si no tuvieran vida... Me da la impresión que huye a su cuarto... porque le molesta mi presencia. Yo me quedo
completamente desolada y descolocada en medio de la sala… sin poder decir nada…
C O N T I N U A R Á…
AY GRACIA SE ME HACE QUE LA MOSQUITA MUERTA DE SAMANTHA TE ESTA BAJANDO AL GALAN Y ALGO TIENE QUE VER LO DE TU SECRETO AI QUE MEJOR HABLA ANTES DE QUE SEA TARDE Y SINO RETUERCELE EL CUELLO A LA CATIRITA ESA!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLA BRUJIS VENEZOLANA
MIX TENGO QUE DECIRTE QUE EN MI PAIS TENEMOS GRANDES ESPERANZA CON EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES DEL DOMINGO!!!!!!!!!!!!
FELIZ SEMANA PARA TODOS!!!!!!!!!!!
MMMMM.... como que adivinas... Bueno por algo eres bruja... jajajaja
EliminarHay bruji, estoy nerviosa por el resultado no sabes como me alegro!!!!!
PD: La Samantha también es bruja y de las peores... cuando termine la historia, la voy a mandar cascando a vivir al ´´caldero del diablo´´... waaaaaaaajajajajajaja!!!
MIXXX JAJAJJAJAJAAAAA CLARO QUE SI TENGO LA BOLA DE CRISTAL, LA ESCOBA Y EL CALDERO JAJAJAJJAAJAJAJAAAA
EliminarTENEMOS MUCHA FE EN MI PAIS QUE VAMOS A MEJORAR PORQUE DE VERDAD QUE LA SITUACION A NIVEL GENERAL ES FUERTE PERO MI DIOS ES GRANDE Y ESTA INTERCEDIENDO POR TODOS LOS VENEZOLANOS!!!!!!!!!!!!!!!!
MIXXXXXXXX QUE LE HAGA COMPAÑIA A LA MOTA DE POLVO Y A LA LIDER DE EL CALDERO DEL DIABLO JAJJAJAJAAAAAAAAAAAA
Mira linda... no hay mal que dure cien años... y cuando el fruto esta MADURO... se cae solo del árbol... ;)
EliminarParece que la mota de polvo nos ha venido ha visitar y se ha enojado, porque como es tonta y ridícula, se puso a molestar... Al parecer la pobre no pasa página... queeeeeeeeeee penaaaaaaaaaaaaaa!!.. jajajajaja
Mix porque esperar al final de la historia,
ResponderEliminarpodemos enviar a Samantha de una vez al caldero!!!! Que pesadaaaa y resbalosa.... Richard quien te hace creer q tratar de salir o mirar a otra te ayudara a olvidar a quien te interesa en realidad jajajaja me desahogue!!
Mixxx me encanta los giros que le das a la historia, eres una mujer privilegiada escribes genial ;))
Besos
KG
JAJAJAJAJAJAA!!!
EliminarGracias Karla G. tu desahogo estuvo genial... pero por muy guapo que sea Richard... Taaan solo es un hombre... y piensa como tal... veamos si espabila... jajajaj
... Y Samanthas hay muchas, muchas, muchas... Veamos como sale nuestra chica de todo este nuevo embrollo que se está formando. Algo tendrá que pasar, para que Riichard se de cuenta que ella es el amor de su vida. ;)
Besos!!
No le vendría mal un poco de competencia a Richard por la atención de Gracia porque me parece que su actitud fría en algún momento la va a cansar jajaja (no se vale que solo ella la pase mal)
ResponderEliminarLa bruja Samantha hay que tirarla por un hoyo negro y se acaba el problema, Gracia mejor se apura a contar todo antes que sea tarde...tengo una duda ¿la verdadera Carolina va a aparecer en algún momento? ¿Henry?
Yo creo Kari Cu que Richard tiene una competencia interna, consigo mismo... por eso de repente no sabe ´´para donde va el autobus´´´... jajajja
Eliminar... Es que si cuento si aparecen o no... estaría terminando con la historia....waaaajajaja!!
Ummmmmm, una de cal y otra de arena..... NECESITO SABER MÁS ;)
ResponderEliminarEntonces ahora toca la de arena, jajajaja.
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