Robert Pattinson el actor murió el vampiro
Para liberar el carácter de buen chupasangre "Crepúsculo", se volvió al cine independiente. Y llena la pantalla. Su juego en el "buen tiempo", los hermanos Safdie le ganó los honores del Festival de Cine de Deauville, que comienza hoy.
Robert debe estar realmente sintiendo amor por Francia - Cannes, Deauville- y ahora este photoshoot y entrevista en Le Monde.
DE "Twilight" al cine de autor el cambio de Robert Pattinson.
La libertad. Demasiado bello, demasiado suave, demasiado publico en general. Mucho tiempo prisionero de su papel de gentil vampiro en la saga para adolescentes "Twilight", Robert Pattinson ha decidido cambiar de campo. Y recurrir a directores independientes como David Cronenbert o James Gray. Trabajador duro, cinéfilo apasionado, el ha terminado por asentar su legitimidad al punto que el próximo Festival de Deauville desenrolla la alfombra roja para su actuación en "Good Time", de los hermanos Safdie donde está irreconocible. No es suficiente para apaciguar a este perfeccionista en las garras de la duda.
Robert Pattinson no puede caminar por la calle. Desde que se convirtió mundialmente famoso gracias a su papel en la saga "Twilight", el inglés causa multitudes, pedidas de autógrafos y crisis de histeria. Sin embargo era necesario que él resolviera en el rodaje de los hermanos Safdie. Cada día de marzo y abril de 2015 el actor de 31 años se paseó NY para el thriller "Good Time" ( en los teatros el 13 de septiembre), Joshua y Ben Safdie, tándem de hermanos cineastas del Queens. Escenas de multitudes, en la pizzería Domino's o en el transporte público a horas punta. Ninguna persona lo ha reconocido, Connie, el ladrón perdedor que el encarna tenía una barba y el pelo sucio.Y su cara estaba llena de falsas cicatrices de acné y microvenas explosivas. Todo lo contrario de su cara de ángel. Me aterraba la idea de que me reconocieran, dijo Robert Pattinson el pasado mes de mayo, en Cannes donde la película fue seleccionada en competición. Sucedió tantas veces que los fans o los periodistas interrumpieron un rodaje viniendo a verme. Es terriblemente embarazoso. Esta vez funcionó.
Por encima de todo, no ser bello.
Joshua Safdie oyó un día en el metro de Queens que un pasajero dijo: "¿no es Robert Pattinson quien acaba de pasar?". Otro le respondió: "No es posible". El apacible año deleitara al actor que "siempre da la impresión de haber sido lanzado en la calle". Y con los papeles de Good Time. Cosmopolis de David Cronenberg, o The Lost City of Z, de James Gray, parece tener ahora un solo objetivo: no ser bello.
Es una piel falsa dañada, es una nuevo paso en su plan de carrera; aniquilando a Edward Cullen su personaje de "Twilight" tiene piel suave y translucida los ojos de color naranja. Entre 2008 y 2012 fue uno de los personajes principales de las cinco películas de la franquicia, adaptación de las novelas de éxito (100 millones de ejemplares vendidos) de la americana Stephanie Meyer. Él encarnaba un joven vampiro reacio a comer personas y que se enamoró de una de ellas, Bella (Kristen Stewart). La intriga espesa giraba alrededor de la idea de la pureza sexual y el deseo reprimido. Aventuras neogóticas, juzgadas tontas por sus detractores, han satisfecho masivamente a un público adolescente. Al final, la serie recaudó 3,3 millones de dolares en las taquillas de todo el mundo, sin contar los productos derivados, estatuillas o llaveros... Quien a los 22 años, todavía no había hecho gran cosa, mas que un poco de teatro, de modelado y jugado un pequeño papel en Harry Potter, se hizo famoso. No es un actor reconocido, sino un ídolo, una cara de poster que cubre las paredes de las habitaciones de las chicas o las portadas de los cuadernos del colegio. Una fantasía muy casta que despierta el entusiasmo del público joven y el asombro de los padres. Él que había pensado detener su carrera si no estaba en el reparto de "Twilight" se convirtió en RPattz, sobrenombre dado por las fans. Un ser aún mas suave que su personaje de ficcion, una estatua de cera en casa de Madame Tissauds en Londres, colocada entre Kim Kardashian, Kayne West y la pareja Bechkam. Como KStew sobrenombre de Kristen Stewart, RPattz se ha convertido en uno de los símbolos de adoración dedicada a las celebridades ( que no ha cambiado mucho desde la adoración suscitada por los Beatles o Rodolfo Valentino); un astrónomo ruso ha dado su nombre a un asteroide; en Las Vegas una chica se ha casado con su silueta de cartón...
Muy pronto, Robert Pattinson estaba harto. En las entrevistas y las conferencias de prensa para la promoción de "Twilight" multiplicó los ingenios y las ironías. Los productores lo apreciaron poco y los periodistas que vinieron a dibujar su retrato no comprendían por qué este joven escupía en la sopa. Aún hoy, elude el tema, abraza su carrera de actor de películas independientes, preferiría que no se le avergüence con la dulce gloria de sus comienzos: " Este tipo de frenesí solo se tiene una vez", barridos, consciente de la fecha de vencimiento pre-adolescente -los twilight, después de haber suplantado a Harry Potter, fue engañado por la franquicia de Hunger Games, con Jennifer Lawrence. Y como para justificar sus apariciones en los Safdie, Cronenberg o Gray y absolverse de la época donde se convirtió en Edward Cullen, evoca sus noches pasadas viendo películas de autor.
El primer paso será David Cronenberg. En 2012, el cineasta canadiense adapta Cosmopolis, del novelista americano Don DeLillo, y le hace el personaje principal. Un héroe multimillonario y desencantado que desprecia el mundo a través de los cristales tintados de su limousina. La película desarma tanto como entusiasma a las críticas, pero el talento de Pattinson hace la unanimidad. Su belleza, sinónimo de tópico, se convierte en Cronenberg símbolo de ironía y presencia en pantalla. Es deseable con un cine de autor global. Dos años mas tarde, golpea de nuevo a los espectadores en otra película de Cronenberg, Maps to the Stars, después, en 2015, en Queens of the Desert, de Werner Herzog, y Life, de Anton Corbijn, y en 2016, The Lost City of Z, de James Gray... De ahora en adelante, no deja nada al azar. Haber sido un engranaje de la industria hollywoodiense, donde el marketing y la planificación son la regla, le ha enseñado algunas lecciones. "Es muy importante construirse una carrera", admite, agregando, como orgulloso del trabajo realizado en pocos años. "Si yo fuera alguien mas, me encontraría fresco como actor". En Cannes, encantado de ver su nombre en les Cahiers du cinéma ("una meta inaccesible para mi", dice), agotó su francés escolar en la lectura de las críticas diarias.
Su entrada en el cine de arte y ensayo, lo persigue metódicamente, rechaza los escenarios demasiado frágiles, se sube en papeles secundarios ( como con James Gray). En Life, de Anton Corbijn, dedicado a James Dean, el no tocó la estela de actor de los años 50, habría sido demasiado obvio, y no lo suficiente "atrevido", pero Dennis Stock, fotógrafo fascinado comediante. Corbijn, también un retratista de estrellas de rock, se dio cuenta que es una estrella que lucha por ser un gran actor.
Olivier Assayas ha encontrado a Robert Pattinson por la intermediación del productor Charles Gillibert, Había comenzado a trabajar con él en Idol's Eye, en el que Pattinson debía interpretar el papel de ladrón en el Chicago de los años 70. Pero diversos problemas de financiación no permitió que la película de Assayas de tomara forma, una fecha de rodaje había sido detenida antes de ser cancelada de repente. El director francés ve en el actor "un representante de una nueva generación hollywoodiense, incluyendo Kristen Stewart, Tom Sturridge, su mejor amigo, o la ex-compañera de este último Sienna Miller. Ellos forman un grupo, conocen muy bien el funcionamiento de las estrellas, poseen una gran cultura cinematográfica, y son capaces de interesarse en películas lejanas y cercanas."
Desde que se lanzó a su nueva carrera, Robert Pattinson no ha rechazado las ventajas de la gloria. Emblema del perfume Dior Homme desde 2013, incluso se ha convertido, en 2016, embajador para las colecciones de la misma marca. "Puedo dividirme muy fácilmente. El hombre que soy, el actor que filma, el comediante que lo promueve, el emblema que hace fotografías para una campaña publicitaria... Comparto todo. Nada se cruza nunca". Con su forma de pasar de discusiones de cine de autor, a los campos de lanzamientos de un perfume, Robert Pattinson se ha convertido en un síntoma del desenfoque de los tiempos, un joven que quiere tomar todo, la corriente principal como sección. Como Kristen Stewart, quien, siendo musa de Chanel, rueda con Olivier Assayas por un salario mucho mas bajo de lo que sería en una franquicia de Hollywood, asumió el riesgo. Todo el mundo gana. Los actores se construyen una carrera y escogen los papeles que quieren. Las marcas aprovechan de esta certeza, siendo los ídolos de gran público juzgados mucho mas comunes y vulgares. En cuando a las películas independientes, la presencia de estrellas en sus créditos disfrutan de una exposición mediática increíble. Este verano, Robert Pattinson ha hecho la gira para hablar en los shows americanos y las portadas de las revistas para hablar de Good Time. Una publicidad inconcebible para una película de presupuesto reducido. Si es, de hecho, menos rentable de lo que podría haber sido eligiendo las facilidades de un éxito de taquilla, sabe que habría durado solo un tiempo. De todas formas, los cachés de Twilight, han ido subiendo en cada película, y alcanzando la supuesta suma de 12,5 millones de dolares para los últimos largometrajes, le permiten tiempo para pensar.
Los hermanos Safdie no habían visto nunca Twilight, Anton Corbijn admite que "no es (su) tipo de películas", lo mismo para David Cronenberg. Pero, al ofrecerle un papel, todos quieren ser los que habrán encontrado al humano detrás del fenómeno del gran publico. Nan Goldin no dice nada mas. La fotógrafa americana fue invitada por Dior Homme para hacer las fotografías del actor, editadas en un libro, Robert Pattinson 1000 vidas, publicado en 2013 por la editorial Rizzoli. Ella recuerda los disparos: "Yo no tenía idea de quien era. Lo menos que se puede decir es que no tengo el dedo en el pulso de la cultura pop. Como no estaba familiarizada con su trabajo, podía sentirlo como si fuera un ser. Alguien generoso y flexible. Sentí que no se estaba tomando en serio".
Cronenberg, Gray, Herzog, Goldin o los mismos hermanos Safdie, muy conocidos por sus primeras películas... Robert Pattinson le gusta marcar casillas y rodearse de grandes nombres. Su incursión en el cine independiente es hábil, pero limita los riesgos: "Soy muy malo para encontrar principiantes. Necesito que los directores ya hayan rodado, reconoce. Si no han triunfado todavía, quiero ser quien los acompañe al éxito". Él contacta con los directores. "A excepción de Cosmópolis, no había hecho nunca una película sin ser emprendedor, sin expresar mi deseo de trabajar con ellos.
Un día, mientras rodaba una de las de Twilight, vio White Material de Claire Denis en la televisión, "estaba fascinado, pensé que era ese cine el que quería hacer". Cuando se enteró de que la directora francesa había escrito un guión de ciencia ficción, High Life, para Fhilip Seymour Hoffman, quien murió por sobredosis, y estaba buscando un actor, expresó su deseo de tomar el papel. Muy esperado, la colaboración de Claire Denis y Robert Pattinson debería concretarse. Lo mismo ocurre con los hermanos Safdie. En el sitio de una revista de cine en linea, IndieWire, Pattinson vio la captura de pantalla de Heaven Knows What, su segundo largometraje. "Atravesado por la sensibilidad de esta imagen" como él mismo señala, se puso en contacto con ellos antes incluso de haber visto la película. el dúo recuerda a Pattinson diciendo: "Quiero involucrarme en lo que hagáis después, incluso si tengo que ser un barman en el rodaje".
En los sets, el actor mas célebre de su generación vive como un marine, "Siempre me pregunto por qué la gente me contrata. Siempre tengo miedo de que sea para el financiamiento, para la promoción. Lo único que es puedo ofrecer, es mi compromiso total." Anton Corbijn recuerda su seriedad, su manera "de darse al 110%". Los hermanos Safdie evocan "las escena que repitió sin cesar, su aplicación para dominar el acento de NY, sus lecturas para entender mejor el papel, sus jornadas de 18 o 19 horas sin ninguna queja". El le quita valor: "Si se me pide que tome un papel, lo hago hasta el final. Es una forma de ser auténtico".
Es casi tranquilizador, Robert Pattinson, hermoso, rico y famoso duda permanentemente. "Es siempre la misma cosa. Apenas he dicho si para una película la angustia me paraliza. Un mes antes del rodaje, vuelvo a leer el escenario y lo encuentro nulo, y me pongo a odiar al equipo entero. Hablo con mis agentes, y quiero salirme del proyecto. Una semana antes del rodaje me digo en realidad, que soy nulo. Y así es como va el primer día. Una vez en el set, Robert Pattinson es malo en comparación con los demás, y está aterrorizado de que todo el mundo se de cuenta. "Puedes creerme o no, pero es la verdad, siempre ha sido así desde la escuela." Cuando era niño, Pattinson era tímido. Sus padres, un padre importador de coches antiguos y una madre empleada en una agencia de modelaje, lo retiran de su estricto colegio, y lo inscriben el un colegio mas liberal en Barnes, en la periferia sud-oeste de Londres. "Todo el mundo hacía actividades artísticas. Elegí arte dramático, y me quedé dos años detrás de las escenas, sin atreverme a subir al escenario. Un día superé mi miedo, pero sigue regresando". Una inseguridad que confirma Olivier Assayas. "Los actores mas o menos necesitan ser sostenidos. Lo es realmente una petición. Debe ser constantemente tranquilizado y por ello acumula antes el máximo de documentación e información". Joshua Safdie ve en Robert Pattinson "un combatiente existencial": "Quiere ser superado por la grandeza, quiere perder. Como tal, los comediantes están locos, y pienso que Rob es un verdadero actor".
Las causas personales de esta fragilidad no se sabrán nunca. Robert Pattinson esta tan habituado a la fama que controla todas las facetas. Su "sinceridad" (los hermanos Safdie), su "reticiencia en relación con su propia imagen" (Anton Corbijn), su "vulnerabilidad" (Nan Goldin) son sin ninguna duda autenticas. Pero, por costumbre o por autodefensa, está encerrado, no ofrece a otros, o por lo menos a los periodistas, que su aura contemplar. Cortes, encantador, está en control permanente, detecta la mas mínima punta de voyeurismo en la entrevista. Solo afirma que vive en Londres, y a veces en LA. No alude a su relación con la cantante británica FKA Twigs. Mucho menos de su idilio pasado con Kristen Stewart. El inglés y la americana fueron pareja entre 2008 y 2012, enloqueciendo los paparazzis y realizando el sueño de equipo de com' de Twilight, una pareja en la ciudad siendo el mejor de los argumentos de marketing. En 2012, la actriz fue fotografiada besando al director de Blancanieves y el cazador; con el cual rodó, y una tormenta que fue seguida en los medios de comunicación sociales. Entre otros, Donald Trump, entonces el "simple" hombre de negocios y estrella de los realities, reprodujo tweets que exigían a Pattinson dejar a Stewart. A principios de agosto, la revista, Enterteinement Weekly, interrogado sobre estos tweets, respondía con malicia: "A veces, me pregunto si puedo usar esta anécdota en mi juego de actor o si debo olvidarlo". Tan pronto como emerge la dimensión surrealista de su vida cotidiana, se pasa por alto a si mismo y se presenta como un "simple" muchacho. Considerando que, obviamente, nada es para una persona que, durante 10 años, no ha entrado un hotel por la puerta principal (sus equipos reclamando un acceso subterráneo para evitar las multitudes), vida rodeado de publicistas y asistentes, y necesita calibrar cada frase para que no se distorsione.
Robert Pattinson ha tenido éxito, ya no necesita matar a RPattz. Su estatua en Madame Tussauds puede continuar sonriendo tontamente, ya no le impide filmar las películas que quiere. Es hoy un actor legítimo y aplaudido. En Hollywood, unos bookmaster ya apuestan por un Oscar para Good Time. Este sábado, el actor será el invitado al Festival de cine americano de Deauville que le rinde un homenaje. En la alfombra roja, multiplicara las selfies con la multitud, como en los tiempos de Twilight, mientras pensará el la próxima etapa, las futuras películas y los directores. Pero Robert Pattinson bien puede descuidar su físico tanto como pueda ser para adaptarse a sus nuevas ambiciones. Hay una cosa de la que no se podrá deshacerse por el momento: su belleza. Hace unos meses, Joshua Safdie subió una aplicación para iPhone que pasa un filtro sobre cualquier fotografía. Dependiendo de la opción elegida se puede feminizar unos rasgos masculinos, hacerlos mas simétricos, añadir arrugas a los jóvenes o suavizar la cara para que pierdan años. Cuando el director ha cargado la foto de Robert Pattinson y activado la función que permite embellecer, la aplicación no ha modificado ni uno solo de sus rasgos. No era necesario
Traducido por Isabel Soria. ( si hay algún error también es de ella)
Costo traducir toda la entrevista, espero haber captado todo lo que el periodista dijo. Si no es así, no hay nada nuevo en ella, y yo encuentro datos erroneos, como cuando se rodó, como contactó con Assayas, creo que el periodista debería haber contrastado los datos antes de escribirlos.
ResponderEliminarMuy buen trabajo Isabel, gracias por el trabajo que te has dado.
EliminarLa entrevista es interesante, pero nada que no hayamos sabido. También me quedan dudas respecto al tiempo de grabación. En lo que se refiere a Oliver Assayas, no es mucho lo que sé, solo que suspendieron la película que iba a filmar con el.
En resumidas cuentas, la entrevista parece un resumen de la vida y milagros de Rob.
Una vez más, gracias por todo Isabel.