... David apunta al hombre con su arma, mientras Richard intenta conversar , pidiéndole que me deje libre... Pero el cazador parece no entender. Está empecinado en llevarme con él. Siento como el corazón se me acelera, al contemplar la angustia en el rostro de Richard.
Trato de liberarme y forcejeo con mi carcelero, pero es demasiado fuerte y me hace daño con la intensa fuerza de su abrazo... Mientras sigo sintiendo el frío metálico de la pistola que apunta directo a mis sesos.
Me siento aterrada, el hombre retrocede, mientras Richard le sigue. Tratando de convencerlo, para que me de la libertad.
- ... Si la sueltas te puedo recompensar muy bien... - Le dice Richard al cazador, con las manos en alto, para demostrarle que no está armado.
- Y que me puede ofrecer TUBABU (hombre blanco)... A cambio de la maestra... - Le responde mi captor nervioso.
- DINERO!... Todo lo que quieras... - Le grita Richard.
- No sabía que la maestra es tan importante para usted TUBABU... - Vuelve a responder el cazador a Richard en tono malicioso.
- Tú me entregas a Gracia y yo te recompenso con una fuerte suma de dinero, también te garantizo tu libertad. - Le comenta Richard, tratando de negociar con el hombre. Además todo debe ser rápido. David alcanzó a dar aviso a los guardias de la reservación, así que en cualquier momento ellos pueden llegar. Eso me preocupa, porque el cazador tratará de huir conmigo... Y me da horror, pasar la noche con este hombre, perdida en la jungla.
- Primero me entregas el dinero TABABU... La maestra es mi garantía para seguir vivo y libre... Te doy plazo hasta mañana... Le contesta el cazador a Richard.
- Pero mañana es muy poco tiempo. Tengo que viajar hasta Kenia para conseguir un banco... - Le dice Richard al cazador. En su rostro se nota la angustia. Mis peores temores se están haciendo realidad. Esto significa que tendré que pasar la noche con este hombre...
- ... Lo siento TABABU... No le puedo entregar a la maestra hasta que no vea el dinero que me está ofreciendo... - Vuelve a decir el cazador, quien sigue retrocediendo conmigo, para adentrarse en la selva. Se siente el ruido de varios vehículos que se acercan. Son los guardias que vienen llegando.
Richard y David se quedan de pie, mirando con ojos horrorizados, como el hombre huye conmigo. Todo sucede muy rápido.
Un gruñido ensordecedor, surge de entre los pastizales. De pronto el cazador grita desesperado sobre mi oído, mientras siento un gran peso que me empuja hacia adelante, cayendo de bruces al suelo. Los gruñidos animales y los gritos del hombre, se mezclan atrás de mi...
... Ya no siento el cuerpo del cazador sobre mi espalda. Me doy vueltas, para ver que pasa. Con horror, veo como una leona hambrienta, arrastra al hombre por el cuello, hasta perderse en la selva.
Me impacta la mirada perdida del cazador, esta en shock... No puedo moverme... creo que también estoy en shock... Ahora veo como varios guardias corren y disparan, hacia donde la leona está llevado a su presa.
Mi cuerpo tiembla, mientras un grito histérico se me escapa, cuando algo me toma por uno de mis hombros. Creo que es un nuevo felino, que se abalanza sobre mi.
Richard me toma entre sus brazos. Por un momento no entiendo lo que está pasando y lucho contra él. Entonces el me sacude fuerte, para que reaccione.
- Gracia soy yo... - Me dice Richard preocupado. David también ha llegado a mi lado. Ambos hombres me preguntan como me encuentro, una y otra vez.
- ... Creo que estoy bien... - Le respondo a ambos, con voz entrecortada. Aún tengo en mi mente, la última mirada del cazador, mientras el felino, enterraba sus colmillos en su cuello.
- Ya todo terminó mi amor... - La voz de Richard es suave, pero me abraza con fuerza. Yo exploto en sollozos. La carga emocional ha sido demasiado grande en estos días.
Trato de mantenerme de pie. El jefe de los guardias nos pregunta si estamos bien. David conversa con él y le narra todo lo que hemos vivido en las últimas horas.
Los cazadores que mantenían cautivo a Richard en el fondo de la mina, han sido capturados y en este momento se encuentran amarrados, esperando a que los suban al vehículo en donde los llevarán hasta la ciudad de Kenia, para ser encarcelados. Un hombre en uniforme, sale corriendo de entre los matorrales.
... Yo creo que Richard ha tomado esta decisión, porque sabe que las escenas que se vienen en los próximos minutos, no serán agradables de ver...
Más recuperada y sin dejar de estar abrazada al cuerpo de Richard, llegamos al hospital de la fundación. En el nos esperan el médico de turno, Sarabi, para mi sorpresa el padre Blas, que se abalanza sobre nosotros, preguntando como nos encontramos... y gran parte del poblado.
David exige atención inmediata para el pequeño Melinek, mientras su abuela da las gracias, al enterarse que el niño sigue vivo.
Se escuchan muchas voces que hablan al mismo tiempo. Es muy difícil, tener la mente clara en estos momentos.
El padre Blas, se preocupa en extremo, por la salud de todos nosotros, en especial por la del niño y Richard, que es la visita más importante que ha recibido la congregación en el último tiempo.
También me pregunta como fui capaz de correr tantos riesgos al ir a buscar al señor Welleslley y los niños...
- ... Porque Richard es el padre de mi hijo... y lo amo... - Le respondo al reverendo un tanto ruborizada. Perdiéndome en el fondo de esos ojos azules, que me miran desde el otro extremo de la sala. En donde a Richard le están curando algunas heridas que tiene en sus manos y cara.
- Ahora comienzo a entender un par de cosas... maestra Gracia. - Me dice el reverendo, abrazándome con mucho cariño.
- ... Espero que este sea el comienzo de una eterna felicidad para ustedes... Lo único que lamento, es que voy a perder a la mejor profesora que ha pasado por la escuela de Ukunda. - Me dice el padre Blas al oído.
- No me diga esas cosas padre, mire que me dan ganas de llorar. - Le respondo emocionada por sus palabras.
- Desde que llegaste a la congregación, me di cuenta que eres una gran mujer. Te entregaste por entero a la educación de los alumnos. Cuando tú hermana te necesitó, no dudaste un solo segundo en ir a auxiliarla. No sé, que habrá pasado en tú estadía en Londres. Pero si Richard Welleslley ha viajado hasta África para venir a buscarte, es porque has dejado huella en el lugar en donde estuviste...
Además que más bella demostración de amor, has efectuado hoy, hija. No tan solo amor a Richard, también te has expuesto al peligro por los niños... Ahora ve... Ya es hora de comenzar a ser feliz, junto al hombre que amas. En un rato más hablaré con él. Tengo que darle algunas recomendaciones, para que trate bien a mi maestra favorita... - Me dice el padre Blas, guiñándome un ojo.
Nos soltamos de las manos y él se dirige rumbo a donde se encuentra David, que sigue trabajando. Ahora revisa a Bakari, mientras le cuenta al padre del chico, que este es un verdadero héroe.
Me siento sobre la camilla al lado de Richard, mientras la enfermera, comienza a limpiar algunas magulladuras que tengo en la piel, producto del descenso que realicé por el acantilado. Richard me sigue mirando, como si por primera me estuviera viendo.
- Eres increíble Gracia. - Me dice con voz ronca. Que me dan unas ganas locas de darle un beso. Pero no puedo, hasta que la enfermera, termine de curarme las heridas. Así que solo le respondo con una sonrisa.
... Estoy esperando a que llegue Richard, ha ido a la cocina en busca de un vaso de jugo. Tengo mucha sed...
Me parece increíble que después de todo lo vivido, ahora esté comódamente acostada en la cama del cuarto de Richard. El padre Blas no se ha opuesto a que podamos dormir juntos. El dijo que era un hombre moderno y que comprendía, todo lo que estábamos viviendo... Eso si, le hizo prometer a Richard, que en cuanto pudiéramos, nos tendríamos que casar. Richard le ha dicho que si ha todo, lo que, le ha recomendado el reverendo...
- Acá está tu vaso de jugo. - Me dice Richard con una sonrisa demasiado tierna en sus labios.
- Gracias señor Welleslley. - Le respondo en forma ceremoniosa.
- Ahora me voy a acostar... Futura señora Welleslley... - Me responde en el mismo tono ceremonioso de mi voz, pero con unos ojos brillantes de alegría.
- Es la primera vez que vamos a dormir juntos en forma ´´oficial´´. - Le contesto, recalcando la última palabra.
- Desde que te vi la primera vez... supe que eras la ´´oficial´´, en mi vida.... - Vuelve a responder Richard. Quien me abraza y se acomoda a mi lado, para darme un beso.
- Le prometiste al padre Blas, que esta noche solo íbamos a dormir. - Le respondo. Conozco demasiado bien a Richard, cuando sus ojos se comienzan a oscurecer, como ahora, significa que no se conformará con un simple beso.
- Cuando se trata de ti, jamás he podido cumplir las promesas. Una vez me prometí, que jamás volvería a pensar en ti. Te acuerdas cuando desaparecí por un par de semanas y me fui a vivir a Londres. Después volví con el rabo entre las piernas y te buscaba por cada rincón de la casa... Luego papá nos mandó de viaje a Paris, entonces prometí, que jamás te tocaría. Lo primero que hice ese día fue besarte... Así que esta noche no te prometo nada... Gracia... - Me contesta Richard con voz apasionada.
- Solo quiero que me hagas una gran promesa Richard... y la cumplas... - Le digo antes de que ponga su boca sobre la mía.
- Si quieres que te prometa que nos casaremos. Te digo que eso es una realidad. - Me vuelve a contestar con una sonrisa.
- No se trata de eso... Quiero que me prometas... que regresaremos a África... - Richard no parece sorprendido, ante mis palabras.
- Claro que volveremos, amor. Cuando podamos. Ahora regresaremos a Inglaterra. Quiero que estés tranquila, para cuando nazca nuestro hijo. Además tenemos que asistir a la boda de papá con Sofí... A propósito... Creo que es mejor no contarle nada a mi madrina, de lo que nos ha tocado vivir en estos días... Puede sufrir un ataque, y no quiero dejar viudo a mi padre antes de casarse... - Las palabras de Richard me hacen reír.
Por primera vez en mucho tiempo... me siento feliz de verdad.
- Apaga la luz Richard, para que podamos dormir. - Le digo somnolienta.
- ... No... me gustar mirar tu cuerpo desnudo... con la luz encendida...- Me contesta, mientras se apodera de mi boca.
... No hay caso con mi amado Richard...
C O N T I N U A R Á...
Mix!!!! Espere el capitulo con ansias, me encanto, Gracia es realmente valiente.... Lo bueno es que solucionado todo por fin regresarán para estar con su familia.
ResponderEliminarJajajaja Richard no quiere perder el tiempo por ningún motivo, insaciable Richard ;) ;):))))
Gracias Mix besitos
KG
Ella es la típica mujer latina que aperra al lado de su hombre. Que bueno que las cosas se solucionan y pueden volver a donde su familia.
Eliminar... Richard... Richard... Richaaaaaard!!!
Besitos para ti también Karlita. Gracias por comentar.