ROBhistorias de Amor: ´´UNA BELLA HISTORIA´´ Capítulo N°46.

Por Mixxx.

Richard.

El agua caliente escurre por mi cuerpo, trayendo consigo esa sensación de bienestar y limpieza que ofrece un buen baño.

A pesar de no estar gozando de las bondades de una ducha o una bañera convencional, me siento muy cómodo en esta especie de tina, hecha con la madera de algún árbol nativo de la región. Quizá la mayor dificultad sea mi gran altura, ya que, de vez en cuando debo flectar mis piernas para poder estar cómodo... Pero esto para mi es solo un detalle. Ya que este baño es el más placentero que jamás he tenido.

Cuando llegamos a mi cuarto, Gracia me preguntó en forma amable si necesitaba algo. Yo le respondí con timidez que pagaría por un buen baño.

Entonces le mostré mi mano vendada y le conté las recomendaciones del médico. Le explique que me siento complicado, también me sinceré con ella y le confesé,  que me siento sucio  y estúpido.

- ... Lo suponía... - Me dice Gracia. Que me mira con esos maravillosos ojos verdes brillantes, esbozando una sonrisa en su rostro. Quizá,  en un arranque de ternura, con su suave mano toca mi rostro...

... Yo creo que más bien siente lástima por mi...

Cuando traté de acariciar su mano con mis labios, ella la retiró muy rápido. Entonces llamó a uno de los chicos que pasaba por el lugar. Le dijo algo en su dialecto natal, que no pude entender y el chico se marchó a toda prisa.

No pasaron más de cinco minutos, en que apareció un grupo de muchachos, con esta especie de bañera artesanal. Entonces Gracia les ordenó que la ubicaran en mi cuarto.

A los pocos segundos llegó Sarabi, la abuela de Melinek, con vasijas llenas de agua caliente, que los muchachos fueron depositando, dentro de la original tina de baño.

Gracia comprueba con sus propias manos si el agua esté  temperada. Luego le indica a los muchachos que salgan fuera del cuarto, dejando solo al pequeño Bakari,  que también ha venido portando un jarro de agua helada. Al mismo tiempo busca dentro de mi bolso los útiles de aseo que usaré para el baño.También me pide que quite mi ropa.


- ¿Toda?- Le pregunto con una sonrisa. Pero muy seria, responde que menos el boxer.

Luego ella misma me ayuda a introducirme dentro de la bañera.  Yo río un tanto nervioso, al ver que me cuesta acomodarme. Gracia sigue con la misma expresión de seriedad en su rostro.

Entonces le pide al niño, que tome un pequeño recipiente y vaya escurriendo  de a poco agua sobre mi cabeza. 

Gracia toma el pote del shampoo, y suelta un pequeño chorro sobre la palma de su mano. Con suaves movimientos circulares,  comienza a lavar mi cabello. Cierro los ojos, al sentir el placentero cosquillo que se apodera de mi cuerpo.

El agua caliente, más las suaves caricias de Gracia, hacen que me relaje, y olvide la incomodidad de mi postura. Bakari sigue concentrado en su labor de escurrir agua sobre mi cuerpo.

En completo silencio, con  la misma espuma del shampoo, Gracia limpia la espalda y mi pecho. 
Se me eriza la piel, al  sentir la mano de Gracia bajar hasta mi abdomen. Es entonces cuando abro los ojos, y la miro fijamente a la cara. La veo y la siento perturbada. Pero lo disimula muy bien. 

Creo entender su reacción confusa, que se debe a la  presencia del niño...

Sin mirarme, le dice a Bakari, que le pase la toalla que se encuentra encima de la cama. Con mucha suavidad seca mi rostro, el cabello, la espalda y el pecho. 

Entonces me pide que me incorpore, porque hemos terminado el baño. Al ponerme de pie, ata la toalla  a mi cintura, me dice que me apoye en ella, para poder salir de la improvisada bañera. 

También le pide a Bakari que acerque mis pantuflas.

- ¿... No vas a secar lo que falta? - Le digo al oído, para que no nos escuche el niño. Ella me vuelve a mirar con la misma expresión ceñuda que ha mantenido, en lo que ha durado el baño. No me contesta nada. Se hace la desentendida, pidiéndole a Bakari, la remera que se encuentra sobre la cama, también le pide que seque el piso de la habitación, que se encuentra salpicado de agua, producto de mi salida de la bañera.

Me pide que me siente en el pequeño sillón que se encuentra al lado de la cama. Entonces me dice que levante los brazos, ayudándome a poner la remera.Yo le hago caso en todo como si fuera un niño, al que tienen que ayudar a vestir. 

Después de ordenar la prenda sobre mi cuerpo, introduce sus dedos en mi cabello, ordenándolos hacia atrás con suavidad. Por un momento  nos quedamos mirándonos en silencio.

... Solo el sonido del celular, nos hace reaccionar. El ringstone proviene de la mesa de noche que se encuentra al otro extremo de la cama. Ni Gracia, ni yo lo alcanzamos. Entonces le pido al pequeño Bakari. que lo acerque hasta mi mano.

Cuando el niño lo trae, lee el nombre que indica la pantalla.

- SAMANTHA FOXLEY. - Dice el pequeño con voz fuerte y clara.

La expresión de Gracia, al escuchar el nombre de Samantha es desoladora. Se incorpora en forma rápida y le dice a Bakari,  que deje todo como está.

- Acompáñame Bakari. Ya no tenemos nada más que hacer acá.. Ahora el señor Welleslley debe atender a su novia...- Le dice Gracia al chico, que deja todo lo que está haciendo, para seguirla. 

Ambos se retiran de la habitación, dando Gracia al salir, un fuerte portazo.

Me quedo perplejo mirando como prende y apaga la pantalla del móvil. ¿De dónde sacó Gracia que Samantha es mi novia? ¿Tampoco entiendo su reacción...?

Sin contestar desconecto el celular. Siento molestia hacia mi ex... Si no fuera por su inorportuno llamado. Gracia seguiría aquí... Reflexiono, mientras miro el techo del cuarto.

Termino de vestirme con dificultad, cuando unos golpes llaman a la puerta. Camino rápido para poder abrirla, con la esperanza que pueda ser Gracia, que ha decidido regresar. Pero no es así. En cambio, me encuentro, con el mismo grupo de chicos morenos que trajeron la bañera.

Han regresado comandados por Bakari. El pequeño les indica que deben  sacar el agua, pero sin retirar el gran utensilio del cuarto, porque la volveré a usar.También les dice que deben dejar todo muy bien ordenado.

Los muchachos  obedecen a las indicaciones de Bakari. Me sorprendo al ver la capacidad del pequeño para dar ordenes. Ya que los otros chicos, por lo menos, le deben llevar un par de años, pero le obedecen sin reclamar.

Antes de que el grupo se vaya, le entrego a Bakari un poco de dinero, para que lo reparta entre los chicos, agradeciendo sus servicios. El niño obedece mis ordenes y lo hace en forma equitativa. Los muchachos más grandes se despiden de mi muy contentos, mientras mi pequeño amigo se queda un rato más conmigo. Es una suerte, porque sino, me hubiese complicado demasiado para abrocharme los zapatos.

El chico me informa que pronto será la hora de la cena. Y después, todos nos juntaremos en el patio de la escuela, para encender la fogata  que dará inicio a la ceremonia de la Luna Llena.

- ¿La maestra Gracia dónde está?- Le pregunto al chico.

- Está en la cocina ayudando a la abuela de Melinek, con los preparativos para la cena. El padre Blas le pidió, que esta noche se realizara una comida especial, ya que usted está de visita en la congregación señor Welleslley.- Me contesta el chico, que al parecer siempre está muy bien informado de todo lo que sucede en el lugar.

-  ¿... O sea que esta noche la cena será en mi honor? - Le pregunto a Bakari, levantando mis cejas.

- Exacto señor Welleslley. Usted es la visita más importante del último tiempo.- Me vuelve a decir el pequeño en forma ceremoniosa.

Nos quedamos conversando con Bakari en el cuarto, por un buen rato. Ahora me siento mucho mejor. Estoy completamente ordenado y limpio. Lo que si me preocupa en estos momentos es el sonido que se genera dentro de mi estómago debido al hambre. Busco en mi equipaje alguna reserva de chocolates pero no encuentro nada. No me queda más que resignarme y esperar hasta que esté lista la cena.

También quiero volver a Gracia y preguntarle como se encuentra.

Por fortuna es corta la espera. Uno de los muchachos que hoy trajo la bañera nos avisa que debemos ir al comedor, porque nos están esperando.

Bakari que es muy servicial, cierra las ventanas y cortinas del cuarto. Me dice que debo tener extremo cuidado, porque acá es muy común que los reptiles se introduzcan dentro de las habitaciones. Me asusta lo que me cuenta el pequeño, porque imagino como sería despertar abrazado a alguna víbora... 

No sé... pero al pensar en víboras, se me viene a la mente la imagen de Samantha Foxley... Al pensar en ella recuerdo la cara descompuesta de Gracia al escuchar su nombre.

Ya en el comedor Gracia no se dirige a mi, pero si al pequeño Bakari. El me dice donde me tengo que sentar. De a poco el comedor se va llenando de niños y voluntarios. Entre ellos el médico que viene llegando. Antes de cualquier cosa, se aproxima hacia donde se encuentra Gracia... No me gusta como la saluda.

Delante de todos, la alza y da vueltas con ella entre sus brazos. Gracia ríe complacida... Cuando el médico la deja en el suelo, ella me mira, con una especie de desafío en su rostro.

Durante lo que duró la cena. Gracia me ha ignorado por completo. Solo estuvo atenta a la conversación entretenida del medicucho de cuarta. Para mi mala suerte, el tipo es muy simpático, ya que todos estuvieron atentos a su conversación y las graciosas historias que les contó.

A pesar de que la cena estuvo deliciosa no la disfruté. La fría actitud de Gracia más la llegada del médico hicieron que mi apetito se esfumara. Solo el pequeño Baraki, se sentó a mi lado y me hizo compañía.

Cuando Bakari me contó lo de la cena pensé que sería diferente... Me vuelve el desgano. El poco acercamiento que tuvimos Gracia y yo, durante la tarde, se esfumó con el llamado de Samantha Foxley.

Después de cenar Bakari me dice que es hora de ir hasta el patio. En el una gigantesca pira de leña, ya se encuentra encendida.

A parte de los voluntarios, también han llegado los habitantes del pueblo, que se encuentran ataviados con sus mejores adornos y vestimentas. Camino entre ellos, mientras el sonido de los tambores retumban en mi oído. Por momentos me cuesta escuchar lo que Bakari me dice. Al parecer me está invitando a un lugar privilegiado en donde ambos podremos ver el espectáculo.

Bakari y yo nos ubicamos, en lo alto de un pequeño proscenio. Quizá es acá en donde el padre Blas se dirige a los feligreses, en los días en que se ejecuta la misa. Me parece tan contradictorio todo. Me encuentro en medio de lo pagano y lo divino... Ahora las mujeres bailan al rededor del fuego, mientras Bakari me indica que la Luna está saliendo.

Una gran luna llena va tomando su lugar en la oscuridad del cielo. La danza de las mujeres por momentos se vuelve frenética, se mueven y contorsionan en forma sensual, al ritmo de los tambores. 
Desde el lugar donde me encuentro logro ver a Gracia , que aplaude llevando el ritmo de la música y el baile. 

No distingo bien, pero creo que es Sarabi, la mujer de piel oscura, que toma la mano de Gracia y la hace incorporarse al baile... Al comienzo Gracia no quiere, pero al final termina cediendo ante los requerimientos de la mujer y los vítores de sus compañeros de trabajo... Entre ellos el médico, que ha estas alturas está demasiado contento y se mimetiza con los lugareños, ya que lleva sobre su rostro una máscara con motivos étnicos... 

... El medicucho de cuarta, baila y se contorsiona al compás de los tambores. De la misma forma en que se han incorporado varios hombres y también niños. Por lo visto la fiesta esta en su pleno apogeo.

A pesar de todo, yo solo tengo ojos para Gracia y su hermoso cuerpo... Trago saliva al ver como se mueven sus senos. Sus movimientos son tan gráciles y al mismo tiempo tan fuertes. Me siento inquieto, ahora que está embarazada la encuentro mucho más sensual y deseable que antes...

... Como me gustaría ir hasta donde ella, tomarla en mis brazos y llevarla hasta mi cuarto...  Y así poder amarla hasta que amanezca... pero no puedo. Por otro lado siento miedo, que ese sarandeo suyo, le haga mal a nuestro hijo. 

Gracia sigue bailando al ritmo de los tambores, desde acá sigo hipnotizado mirando su belleza. Se ve tan feliz, compartiendo con los nativos de estas tierras...

... Por un momento pienso, que será de mi vida, si es que ella decide quedarse acá... Paso la mano nervioso por mi cabello, cuando este pensamiento cruza mi mente. Pero me pongo más nervioso aún, cuando observo al medicucho, tomar a Gracia por la cintura y atraerla hacia el. Ella sigue riendo, como si la actitud del hombre le gustara. Empuño la mano que no tengo vendada. También aprieto los labios...

Ahora David toma el cabello de Gracia, y lo deja caer hacia un lado... Muero de celos, cuando el hombre se va acercando a su cuello...

No sé como, pero de pronto estoy enfrente de ellos. Al médico lo hago a un lado con fuerza...Tomo a Gracia de la mano y la arrastro hacia mi cuarto... Entre el sonido frenético de los tambores, el baile y los cantos que dan la impresión que los ejecutantes se encuentran en trance,  los gritos de Gracia pasan desapercibidos. 

Dentro de la habitación, ella lucha por deshacerse de mi abrazo. La tengo atrapada entre mi cuerpo y la pared. Respiro agitado, al sentir la dureza de los senos de Gracia contra mi pecho...

Ella me mira con rabia... pero esa chispa de odio en sus ojos más me provoca...

... Antes de que Gracia diga alguna palabra... me apodero de su boca... 

La respuesta de ella es inmediata. Con fuerza baja el cierre del pantalón introduciendo su mano en mi... entrepierna...

C O N T I N U A R Á...